Mientras los debates sobre las mascarillas han regresado a los Estados Unidos luego de que una jueza anuló un mandato federal de mascarillas para viajes interestatales, la nación se unió a casi una docena de países que han terminado este año con las medidas generales de mascarillas y pandemias.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, anunció el retiro de los mandatos de mascarilla en lugares públicos el 19 de enero, citando información de investigadores del gobierno que sugería que lo peor de los casos de variantes de ómicron ya había alcanzado su punto máximo.

Además, las cubiertas faciales ya no son legalmente obligatorias en el transporte público en Inglaterra.

El 18 de abril, Escocia implementó los cambios previamente discutidos sobre las mascarillas y eliminó el requisito legal para la mayoría de los lugares cerrados y el transporte público.

Lo mismo ocurre con el resto del Reino Unido, incluidos Irlanda del Norte e Irlanda: ya no se requieren mascarillas, pero se recomiendan en algunos lugares cerrados.

Sin embargo, los centros de atención médica son una excepción, y todavía se exige usar una protección para la cara.

En América Latina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y la República Dominicana han eliminado los requisitos de mascarillas regulados por el gobierno.

México también renunció a la demanda de cubiertas faciales en la mayoría de los estados.

República Dominicana, un popular destino turístico del Caribe, eliminó sus mandatos de mascarillas en febrero luego que el gobierno cancelara su estado de emergencia tras la COVID-19 en octubre de 2021.

“Es hora de recuperar de una vez por todas nuestra libertad. Nuestra manera de vivir”, dijo el presidente de República Dominicana, Luis Abinader.

Varios países anunciaron el fin de sus emergencias sanitarias nacionales en abril, incluidos Paraguay, Brasil, Italia y Sudáfrica.

Italia, uno de los países más afectados por casos graves y muertos por COVID-19 en los primeros meses de la pandemia, no está siendo arrogante en su enfoque para poner fin a los mandatos.

Ya no será obligatorio cubrirse la cara al aire libre, pero seguirá siendo obligatorio en interiores hasta el 30 de abril, luegoe que el primer ministro italiano, Mario Draghi, prometiera un regreso gradual a la normalidad.

“Nuestro objetivo es reabrir por completo, lo antes posible”, dijo Draghi durante un discurso pronunciado en febrero desde Florencia, Italia.

Los expertos en salud no son unánimes sobre las posibles consecuencias de abandonar los mandatos de mascarillas y reducir las medidas preventivas de COVID-19.

La Dra. Shruti Gohil, directora médica asociada de epidemiología y prevención de infecciones en el Centro Médico Irvine de la Universidad de California, dijo sobre los mandatos de mascarillas: “Tienes que eliminarlo en algún momento”.

Con la llegada de la subvariante BA.2 de ómicron, algunos expertos sienten que los gobiernos se han apresurado a abolir los mandatos de mascarilla.

La Dra. Deepti Gurdasani, epidemióloga de la Universidad Queen Mary de Londres, dijo que si bien la relación entre los casos de COVID-19 y los resultados graves se ha desvinculado, las nuevas variantes no deben tomarse a la ligera.

“Aunque algunas [muertes después de una prueba positiva] son ​​incidentales, hay una proporción muy grande que son muertes por COVID-19. Es una situación muy preocupante”, dijo Gurdasani.

Sin embargo, eso no ha detenido un efecto dominó de países que liberaron a su gente de los mandatos de mascarilla. Suiza, Noruega, Dinamarca, Suecia, Islandia y los Países Bajos han revertido dichos requisitos.

Los establecimientos de salud siguen siendo la excepción básica en todos los ámbitos.

Los centros turísticos internacionales que sufrieron un golpe económico por los cierres pandémicos, como Maldivas y Aruba, hicieron lo mismo al poner fin a los mandatos de mascarilla y apelar a una red más amplia de viajeros.

Otros países europeos que se suben al carro son Polonia, Letonia, Croacia y la República Checa. Incluso Francia ha relajado su enfoque estricto sobre el uso obligatorio de mascarillas, excepto en el transporte público y en los centros de atención médica.

Estados Unidos es un campo de batalla por el mandato del uso de mascarillas del presidente Joe Biden, luego que una jueza federal suspendiera la aplicación de la medida el 18 de abril.

La jueza de distrito de EE. UU. Kathryn Kimball Mizelle dictaminó que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., que inicialmente emitieron el mandato, se habían excedido en su autoridad y no solicitaron comentarios públicos antes de emitir el mandato.

Sobre poner fin a los mandatos de mascarillas, los expertos en salud dicen que la principal preocupación es prevenir la transmisión de COVID-19. Y Gohil no cree que poner fin a los mandatos signifique que el mundo ya no necesite mascarillas nunca más.

“Cuando las cifras suban, deberíamos volver a usar mascarillas, y cuando las cifras bajen, podríamos ser más liberales”, dijo.

Con la nueva subvariante BA.2, los datos no muestran que las muertes aumenten al mismo ritmo que los casos recientes en la mayoría de los países, lo que es consistente con la cepa original de ómicron descubierta en noviembre de 2021.

Los CDC identificaron la variante ómicron y sus subvariantes como más transmisibles, pero dijeron que causan enfermedades menos graves en los pacientes que las cepas anteriores de COVID-19.