04/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Octubre 10 de 1824: Toma posesión el primer presidente de la república, Guadalupe Victoria. Su nombre real era José Ramón Adaucto Fernández y Félix, y cambió su nombre por dos razones: Guadalupe por la Virgen de Guadalupe, y Victoria, por la participación de la "Morenita" en la victoria insurgente en la toma de Oaxaca, difícil trance donde hubo de cruzar a nado un río -sin saber nadar- para penetrar en la Ciudad, invocando la protección de la Virgen, consiguiendo un triunfo importante para la causa independentista. Así empezó la vida institucional de México, con un presidente héroe de la insurgencia, militar nunca vencido, que era acompañado de otro héroe llamado Nicolás Bravo, como vicepresidente. La presidencia de Guadalupe Victoria duró del 10 de octubre de 1824 al 1 de abril de 1829, siendo la primera constitucional y que se distinguió por ser estable. Por eso se pudo conseguir que Chiapas retornara a formar parte de México y que Estados Unidos aceptara los límites de su frontera con nuestro País (límites que después caerían por la vía de una onerosa invasión). La figura presidencial es muy importante para nuestro México, pues nuestro sistema político es del tipo presidencial. Después de estudiar los graves problemas que padecimos durante el siglo XIX se aprecia más la estabilidad que supo darle a la nación don Guadalupe Victoria. Una presidencia de la República fuerte nos puede llevar a retomar el rumbo del crecimiento económico deseado por todos. Pero una presidencia de la República vulnerada y en medio de una horrible pandemia como la que padecemos hoy día, podría llevarnos a sufrir otro tropezón como el de 1846 que nos llevó a perder la mitad de nuestro territorio. El mensaje de la historia es claro: Con la fortaleza de Guadalupe Victoria recuperamos Chiapas, y cuando nos dividimos perdimos una guerra ante el Ejército invasor de un país unido. Aún es tiempo de recomponer el problema de desintegración nacional, ahora no nos divide la falta de libertades o las etnias, sólo nos divide una política segregacionista que debe abandonarse inmediatamente.