Como un visitante más, el Papa Francisco entrará este miércoles por la aduana al Centro de Readaptación Social Número 3, que apenas hace una década era considerada la novena cárcel más peligrosa del mundo.
Llegará en el Papamóvil después de recorrer las principales calles de esta frontera, último punto de su visita a México; adentro del centro penitenciario recorrerá su patio en un carrito de golf; lo recibirán familiares de reos; escuchará cantos religiosos.
Conversará con presos y custodios. A nombre de los reclusos hablará Joel Torres Reyes, quien purga una condena de 15 años por homicidio. El obispo de Roma dirigirá un mensaje para llamar a poner fin a la violencia en las cárceles mexicanas.
Jorge Mario Bergoglio inaugurará y bendecirá la capilla de Jesús El Salvador, ubicada al interior de la cárcel, y oficiará la primera misa en dicho lugar.
El Papa tendrá una agenda incansable en su último día de su visita a México; se reunirá con estudiantes del Colegio de Bachilleres; tendrá una reunión con obreros; visitará el seminario donde se forman los futuros sacerdotes.
Por la tarde, el primer latinoamericano en ser el jerarca de la Iglesia católica se dirigirá a la frontera México-Estados Unidos; bendecirá a los migrantes de ambos países y oficiará una misa multitudinaria en esta frontera, el último servicio religioso antes de partir a Roma.
Desde el Paso, Texas, miles de fieles católicos se acercarán a la frontera para escuchar el mensaje el sucesor de Pedro; esta noche en Ciudad Juárez, miles de personas más ya acampan a campo abierto para este miércoles escuchar al primer Papa que visita la región.
El líder religioso de mil 200 millones de católicos en el mundo se despedirá de México a las 20:00 horas de este miércoles y volará al Aeropuerto Campino de Roma para regresar a la Ciudad de El Vaticano.
