Nacional

México pierde contra los transgénicos

CIUDAD DE MEXICO  - El gobierno de México está a punto de perder la guerra contra los transgénicos y eliminar el uso del glifosato en los cultivos a más tardar en 2024, luego que un juez de la capital invalidó el decreto presidencial que decretó en diciembre de 2020 su prohibición.

Monsanto, la firma agro-tecnológica estadounidense de la fabricación de semillas modificadas genéticamente y del herbicida que según algunas organizaciones ambientalistas puede provocar cáncer, filial del gigante farmacéutico Bayer, ganó de este modo una batalla crucial en los tribunales que, sin embargo, todavía no termina.

Un juez de distrito en Materia Administrativa de la capital mexicana otorgó 10 días al gobierno mexicano para impugnar el amparo otorgado a esta compañía por considerar que el decreto es contrario a la Constitución.

En su momento, organizaciones defensoras del medio ambiente como Greenpeace Internacional aplaudieron el decreto presidencial que prohíbe el maíz transgénico y elimina progresivamente el uso de glifosato.

"Impulsar la prohibición en México de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) también denominados como transgénicos ha sido motivo de innumerables batallas desde hace 21 años para Greenpeace México", afirmó.

El rechazo a los transgénicos y al uso del glifosato ha sido apoyado también por organizaciones campesinas, de consumidores, académicos, investigadores, artistas e intelectuales, al denunciar que "ocasionan daños a la salud humana y medioambiental, tal como las y los científicos lo han comprobado en diversas investigaciones".

"Tanto los transgénicos como el herbicida glifosato, tienen graves repercusiones para las y los agricultores y los pueblos indígenas de México", indicó Greenpeace, al señalar que "también se pone en riesgo la diversidad de variedades agrícolas conservadas en los campos que resultan fundamentales para la producción de alimentos" en México.

México es considerado el centro de origen, de domesticación y de diversificación de 59 razas de maíz y de otros cultivos, entre ellos, el chile (ají), el frijol (poroto), la calabaza, la vainilla, el algodón, el aguacate (palta), el cacao y el amaranto, recordó la organización.

El glifosato es un herbicida clasificado por la Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "probable carcinógeno en humanos".

Es asociado a una amplia variedad de problemas de salud como la encefalopatía, el linfoma, el estrés oxidativo, los problemas al sistema endocrino, nervioso y renal, entre otros, y se considera que daña además la diversidad biológica.

La toxicidad del agroquímico puede afectar a peces, anfibios, tortugas, crustáceos, moluscos, fitoplancton, zooplancton, organismos polinizadores y otros insectos benéficos, así como aves y reptiles, aseguran defensores del medio ambiente.

"El uso de glifosato ha perjudicado ya la producción y exportación orgánica de café y otros cultivos", afirmó Luis Martínez, dirigente de la Coordinadora Mexicana de Pequeños Productores de Comercio Justo.

Al anunciar el decreto para eliminar el glifosato gradualmente durante 4 años, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que "lo que se decidió es que el gobierno no lo usará más", pero admitió que "esto no es sencillo" y que "hay países que ya lo han intentado y no han podido".

"Nosotros estamos obligados a invertir para buscar alternativas", afirmó el mandatario, mientras el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), un organismo gubernamental que apoya proyectos en la materia y otorga beca de postgrado, se encargará de investigar "opciones" para reemplazarlo.

La decisión de eliminar el agroquímico provocó en su momento un enfrentamiento en el gabinete de López Obrador, entre el ministro de Agricultura Víctor Villalobos y el del Medio Ambiente Victor Toledo, quien finalmente dejó el cargo, cuatro meses antes de que se emitiera el decreto.

Hasta ahora, el uso del fertilizante se limitaba solo a la producción particular y año con año se iban reduciendo los volúmenes de importación, pero sin quitarlo de improviso, porque López Obrador admitió que "se nos caería la producción de alimentos".

La decisión de cancelar la importación de glifosato ha sido fuertemente cuestionada por gigantes transnacionales que fabrican plaguicidas y el poderoso Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que nuclea a empresarios del sector.