20/Apr/2024
Editoriales

Diciembre 27 de 1959: muere Alfonso Reyes, El regiomontano Universal.

Diciembre 27 de 1959: muere Alfonso Reyes, El regiomontano Universal. Alfonso Reyes Ochoa nace en Monterrey el 17 de mayo de 1889, siendo sus padres el general y gobernador de Nuevo León, Bernardo Reyes Ogazón y doña Aurelia Ochoa, quienes advirtieron en el niño Alfonso un talento extraordinario y vocación a las letras.

Estudia en el Colegio Civil, y se traslada a la ciudad de México donde continúa estudiando hasta titularse de abogado en 1913, vinculándose en su etapa de estudiante con intelectuales como José Vasconcelos y Antonio Caso, con quienes funda el Ateneo de la Juventud. Al irrumpir la revolución mexicana, Reyes ve morir a su padre y va a Europa, donde reside en España de 1914 a 1924, donde cuaja como escritor e investigador literario, traduciendo obras clásicas.

Se interesa en Sor Juana Inés de la Cruz, a quien dedica uno de los primeros estudios profundos del personaje. Se convierte, gracias a sus textos y poemas, en conferenciante de clase mundial, yendo a dictar conferencias a las más importantes universidades y foros del planeta. Fue ministro en Francia y embajador en Argentina, donde se vincula con Bioy Casares así­ como con Jorge Luis Borges.

Se convierte en el más encumbrado ensayista latinoamericano según el criterio de Borges. Preside la Casa de España en México, antecedente del Colegio de México, presidiendo y fundando El Colegio Nacional. En 1949 estuvo a punto de obtener el premio Nobel de literatura propuesto por Gabriela Mistral, pero como suele suceder en nuestro paí­s, un movimiento nacionalista mexicano se le atraviesa arguyendo que Reyes escribí­a mucho sobre la cultura griega y poco sobre la cultura mexicana. No se le concede. Una década después, el 27 de diciembre de 1959 muere en la ciudad de México, descansando sus restos en la rotonda de las personas ilustres, y en la ciudad capital del paí­s hay una importante y céntrica avenida con su nombre, así­ como varios bustos suyos.

En nuestra Universidad Autónoma de Nuevo León, existe la Capilla Alfonsina en su honor, y en la ciudad metropolitana de Monterrey hay calles, avenidas, colegios y universidades que inmortalizan su nombre.