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Baja de precios de las materias primas por temor a una recesión reduce la inflación, dice diario español

El ruido de una desaceleración económica, e incluso el de una recesión a escala global, vuelve a sonar en el mercado. Una situación que amenaza con detraer la demanda y el consumo en las principales economías del planeta aunque sirva para mantener bajo control la inflación y ayude a los bancos centrales a suavizar sus políticas restrictivas.

 

Así, los futuros cotizados de las materias primas tienden a la baja, ante la posibilidad de un frenazo de la actividad, con el principal índice de commodities de Bloomberg restando un 6% en lo que va de 2023. No obstante, son los combustibles los que lastran al conjunto -suponen un tercio del peso de Bloomberg Commodity Index- dado que hay materias primas que no solo sacan provecho al año, sino que cotizan en máximos históricos.

Es el caso del jugo de naranja, el azúcar o el cacao que lideran la tabla de las 34 materias primas más seguidas por el mercado. Las conocidas como materias blandas mantienen sus precios al alza por el mismo motivo, en mayor o menor medida; malas cosechas y sequía. La recta final del 2022 y lo que va del presente ejercicio han estado marcados por unas condiciones climáticas que redujeron la oferta y auparon los precios. Así, el concentrado de naranja sube más de un 30% mientras el azúcar lo hace un 25% -ambas marcan precios nunca antes vistos en el mercado de contratos de futuros-. "El azúcar tiene catalizadores como para que los precios se mantengan elevados en el corto y mediano plazo", explicó el analista de materias primas de S&P, Girish Chhimwal, citando los riesgos climáticos que afectan a los principales productores de este bien.

Pero las que más condicionan a la evolución de los precios tienden a la baja. El petróleo y sus derivados se habían recuperado del recelo del mercado al contagio financiero de entidades como Credit Suisse, lo que llevó al barril Brent a rebotar en más de un 20% desde los mínimos del año del pasado 17 de marzo. Ahora, la referencia del crudo en Europa se desploma de nuevo. Solo en la última semana el Brent se dejó un 5,5% hasta los 81,5 dólares por barril. Y los productos refinados experimentan una corrección mayor al crudo. El gasóleo para calefacción o el diésel de bajo contenido en azufre (diésel ICE) retroceden más de un 20% en el año ante la caída del consumo que se espera y los altos inventarios.

No obstante, es el gas natural el que padece el mayor desplome en lo que va de año. El invierno no fue tan frío como se estimó en un primer momento y los inventarios en Europa estaban en máximos gracias a que los países de la eurozona se prepararon para lo peor, en un contexto en el que no se pudo acudir a Rusia en busca de combustibles por las sanciones impuestas como consecuencia de la invasión a Ucrania. Y como la industria aún no trabaja a pleno rendimiento, los futuros del gas retroceden un 50% en el año.

Mientras, los metales industriales cotizan volátiles con un recorte medio del 1% en lo que va de año con el aluminio y el estaño como las que más suben en este 2023. El oro, como activo refugio, ronda la zona de los 2.000 dólares por onza y con la previsión de que puedan verse niveles récord este año hasta superar los 2.050 durante el último trimestre, según Bloomberg. Al margen de las previsiones más o menos optimistas para el resto del 2023, la divisa más importante del mundo también afecta al precio de las materias primas al ser el dólar la moneda de referencia en la mayoría de los casos y la relación inversa que existe entre commodities y dólar.

Según Citi, se espera que la divisa estadounidense continúe perdiendo terreno en el corto plazo. "La debilidad reciente también puede responder a la flaqueza de los datos en la economía más grande del mundo. De hecho, EEUU podría entrar en recesión en el segundo semestre", según Aakash Doshi, de Citi. Además, el mercado descuenta que la Reserva Federal de EEUU estaría cerca de detener sus subidas de tipos y que incluso podrían comenzar los recortes este mismo año, según Bloomberg. Por contra, el resto de bancos centrales aún tendrían que realizar más ajustes para mantener bajo control a la inflación y conseguir el objetivo de dejar al IPC en el 2%.

https://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/12239822/04/23/la-caida-del-precio-de-las-materias-primas-alivia-la-espiral-inflacionista.html