Japón tiene 127 millones de habitantes, con 12 millones viviendo en su capital, y en el campo sólo el 5% de la población. Antes dela segunda guerra mundial, eran una monarquía absolutista en la que, para conseguir favores, lo común era practicar la corrupción. Hasta que en 1952 se fueron los norteamericanos nació su sistema político, de monarquía parlamentaria, y la corrupción sobrevivió al cambio de régimen, adecuada a las nuevas reglas.
Transparencia Internacional coloca a Japón en el lugar 20 en materia de corrupción, y a México en el 135; estos índices se basan en encuestas internas de percepción. En 1993 el Partido Liberal Japonés ganó todas las elecciones apoyado en corruptelas. La Cámara de Representantes (diputados) se elegía por el “sistema de voto único no transferible en circunscripciones de representación múltiple”, es decir, un candidato restaba votos a los otros, por lo que en los centros de trabajo se “insinuaba” a los trabajadores votar por cierto candidato del Partido Liberal -una democracia planeada-por así decirlo.
A cambio, el Partido Liberal se comprometía a no promover leyes a favor de los trabajadores. Y “todo iba bien” hasta que el boom económico de Japón creció a la clase empresarial, que compitió entre sí para conseguir prebendas del gobierno, y los empresarios ya no quisieron controlar a los políticos, sino participar ellos en política.
En 1974 el Partido Liberal Democrático (nueva versión del Partido Liberal) ofertó candidaturas a cambio de financiamiento para sus candidatos, generando el primer gran escándalo de corrupción. Hasta que, en 1994, el sistema político japonés se copió del sistema político mexicano, implantando una Cámara de 500 diputados (representantes), 300 de mayoría y 200 de representación proporcional.
Esto hizo que los empresarios nipones apoyaran a partidos distintos al Liberal Demócrata, engendrando un sistema de partidos, en vez de partido casi único. Y las empresas crearon partidos propios, como el Partido Democrático de Japón, de la principal constructora japonesa de Mikio Kunisawa y el partido Komeito, de la industria de la tecnología.
Desde 2006 en adelante sus primeros ministros les duran muy poco. El primer ministro ShinzoAbe se cayó por declarar que los criminales de guerra japoneses de la Segunda Guerra Mundial, no era criminales desde la óptica japonesa. Y por justificar los abusos sexuales contra mujeres dentro de la milicia en su libroToward a Beautiful Nation, y porque la constructora Nishimatsu confesó haber invertido dinero para su campaña, para conseguir ciertos contratos. Se regresó a representar al distrito de Yamagushi
En 2007 llegó Yasuo Fukuda, que renunció cuando lo cuestionaron de las violaciones a mujeres en la salida de una Universidad, dijo: "There are women who look like they are saying 'Do it to me' (Hay algunas mujeres que se ven como si dijeran: házmelo) inmediatamente se regresó a ser Diputado (Representante) de la 4 prefectura de Gunma.
En 2008 el primer ministro Taro Aso renunció cuando se supo que en septiembre de 2008 bebió en 32 distintos bares y se le acusó de que en público practicaba el shintoismo, y en privado, el catolicismo. Se regresó al 8º distrito de Fukuoka. En 2009 el primer ministro Yukio Hatoyama sustrajo 4 millones de dólares para su madre, y no fue sentenciado. regresó de diputado por el 9º distrito de Hokaido. En 2010, el primer ministro Naoto Kan se andaba cayendo, pero llegaron a reforzarlo el tsunami, el terremoto y el accidente nuclear de Fukushima de 2011.