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"El Chapo" Guzmán, el maestro del escape que construyó un imperio del narco

CIUDAD DE Mí‰XICO - Traficando drogas por sofisticados túneles y escabulléndose en las alcantarillas, el narcotraficante mexicano Joaquí­n "El Chapo" Guzmán pasó años corrompiendo y burlando a las autoridades para construir uno de los mayores imperios criminales de la historia.

Generoso con la población de su natal estado de Sinaloa, sobre la costa del Pací­fico mexicano, pero implacable con sus enemigos en la lucha por las rutas clave del tráfico de drogas a Estados Unidos, Guzmán transformó su cártel en una empresa transnacional, con ramificaciones en los cinco continentes.

En uno de los capí­tulos finales de su derrotero, Guzmán, de 59 años, fue extraditado el jueves desde una prisión de México a Estados Unidos, después de que un tribunal le negara un último recurso de amparo.

Desde que fuera presentado a la prensa una lluviosa tarde de 1993 en el patio de un penal de máxima seguridad en el estado mexicano de Jalisco, donde sonriente dijo ser solamente un agricultor, Guzmán no dejó de alimentar su polémica leyenda.

Lo habí­an traí­do desde Guatemala, encapuchado y atado de pies y manos, para responder por el crimen de un cardenal mexicano que murió en el fuego cruzado de un enfrentamiento entre Guzmán y los hermanos Arellano Félix, lí­deres del rival cártel de Tijuana.

Aunque no fue condenado por ese crimen, "El Chapo" fue sentenciado a 21 años de prisión por narcotráfico. Pero cumplió menos de ocho meses: con la supuesta complicidad de guardias escapó en el 2001 para forjar junto a Ismael "El Mayo" Zambada y Juan José "El Azul" Esparragoza el cártel de Sinaloa, que se convertirí­a en el mayor proveedor de drogas a Estados Unidos.

"Es una organización con varias cabezas, pero fue 'El Chapo' quien dio al cártel proyección mundial", dijo Antonio Mazzitelli, representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito.

Su gran capacidad para tejer redes de complicidad y corrupción lo mantuvo libre por más de una década, mientras su imperio se agrandaba pese a las escisiones que sufrió de los hermanos Beltrán Leyva, sus primos, y de los hermanos Carrillo Fuentes, otrora aliados.

UN NIí‘O POBRE

Nacido en el seno de una familia humilde en un rancherí­o de Badiraguato, municipio de la sierra de Sinaloa, "El Chapo" apenas cursó hasta tercer año de primaria, pero desde los 15 años se volcó al tráfico de marihuana y amapola ante la falta de oportunidades en la región.

"Es una realidad que las drogas destruyen. Desgraciadamente (...) donde yo me crié no habí­a otra manera, ni hay, de sobrevivir", dijo Guzmán en el 2015 en una entrevista con el actor Sean Penn, la primera vez que apareció frente a una cámara desde que fue presentado en el patio de la prisión en 1993.

Durante sus trece años en la clandestinidad, las autoridades aseguraron varias veces que estuvieron a punto de atraparlo. En una ocasión dijeron que huyó de un burdel en Baja California, en otra confesaron que no pudieron apresarlo mientras celebraba su última boda en un pueblo de Durango.

Algunas personas aseguraron haber estado en un restaurante cuando el "Chapo" llegaba con su grupo de seguridad, cerraba el local y le quitaba los celulares a los comensales para poder comer tranquilo. Al final, pagaba la cuenta de todos.

Entre el 2008 y el 2009 sus sicarios libraron cruentas batallas contra el clan de los Arellano Félix para asegurarse el control de Tijuana, y desde esa época hasta el 2011 sus grupos armados se enfrentaron por el control de Ciudad Juárez, otro punto clave para ingresar drogas a través de la frontera.

Apenas en febrero del 2014, con el apoyo de la DEA, infantes de Marina mexicanos lograron cazar a uno de los delincuentes más buscados del mundo en un condominio de Mazatlán, un centro turí­stico de Sinaloa, luego de que se les escapara poco antes en la capital estatal por una red de túneles.

Pero el Gobierno pudo sentirse orgulloso por poco tiempo. Dejando boquiabierto al Gobierno, en julio del 2015 volvió a escapar del penal de máxima seguridad donde se encontraba, esta vez a través de un túnel de 1.500 metros equipado con una moto sobre rieles que comenzaba en la ducha de su propia celda.

"La libertad es muy bonita y la presión pues, para mí­ es normal porque tengo algunos años que he andado cuidándome en ciertas ciudades", le habí­a dicho a Penn, tres meses después del espectacular escape.

LAS MUJERES, SU TALí“N DE AQUILES

El encuentro con Penn fue arreglado por la actriz mexicana Kate del Castillo, quien visitó al capo en la sierra junto el actor para intentar convencerlo de filmar una pelí­cula sobre su vida. Ese desliz, en el que quedó flechado con Del Castillo, le costó al astuto Chapo su libertad.

La reunión dio pistas a las autoridades, que lo siguieron hasta que finalmente pudieron atraparlo.

La entrevista con Penn fue publicada por la revista Rolling Stone al dí­a siguiente de su detención.

Conversaciones por chat entre Del Castillo y Guzmán, filtradas dí­as después de la recaptura mostraron cómo El Chapo, que tiene fama de mujeriego y es padre de al menos 17 hijos, se sentí­a atraí­do por la actriz, protagonista de la serie de televisión sobre el narcotráfico "La reina del sur", basada en la novela homónima del escritor español Arturo Pérez-Reverte.

"Ojalá vengas luego para atenderte, para que me digas qué te gustarí­a comer para tenerte listo, para atender a mi amiga, la más buena de este mundo y la más hermosa. Estamos pendientes. Te quiero y te admiro", escribió supuestamente el Chapo durante las conversaciones con la actriz, publicadas por medios mexicanos.

Tras su recaptura, Guzmán fue conducido al mismo penal del que escapó, aunque meses después fue trasladado a una prisión de Ciudad Juárez mientras sus abogados se enfrascaban en una intensa batalla legal para evitar la extradición.