Internacional

El director de la EPA renuncia en medio de escándalos

WASHINGTON  — El director de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos Scott Pruitt renunció el jueves en medio de investigaciones abiertas por sus gastos desmesurados en seguridad, vuelos en primera clase y el alquiler de un condominio.

Con la renuncia de Pruitt, el presidente Donald Trump pierde a un funcionario al que muchos conservadores consideraban como uno de los miembros más eficaces de su gabinete. Sin embargo, Pruitt también había estado asediado durante meses por una serie de escándalos aparentemente interminable, que dieron pie a más de una docena de investigaciones federales y del Congreso.

Trump, en declaraciones vertidas ante reporteros en el avión presidencial, siguió elogiando a Pruitt y afirmó que no se trató de una decisión causada por una “última gota” y que él no pidió la renuncia del hasta hoy director de la EPA.

“Scott es un tipo increíble”, dijo Trump. “Vino a mí y me dijo: ‘Tengo una enorme confianza en la administración y no quiero ser una distracción’. Irá y hará cosas grandiosas y tendrá una vida maravillosa. Espero”.

En su carta de renuncia proporcionada a medios de comunicación, Pruitt expresó que no estaba arrepentido de ninguna acción tomada desde que fue designado por Trump para dirigir la EPA el año pasado.

“Es sumamente difícil para mí dejar de servirles en este puesto, primero porque considero que es una bendición servirles en cualquier función, pero también por el trabajo transformativo que está ocurriendo”, escribió Pruitt. “Sin embargo, los incesantes ataques hacia mí, hacia mi familia, no tienen precedentes y han tenido un efecto considerable en todos nosotros”.

Pruitt asistió el miércoles a un picnic para celebrar el Día de la Independencia en la Casa Blanca vistiendo una camisa a cuadros de color rojo y mocasines con decorados dorados. Trump le dedicó a él y a otros funcionarios palabras de elogio, sin mostrar ninguna señal de un cambio inmediato en su puesto.

Trump tuiteó que el subdirector de la EPA, Andrew Wheeler, un exejecutivo de la industria del carbón, asumirá la posición de director interino el lunes.

La renuncia de Pruitt ocurre días después que dos de sus exempleados de alto rango hablaran con los investigadores de la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes y revelaran nuevos y vergonzosos detalles de las acusaciones contra Pruitt.

Samantha Dravis, la exdirectora de políticas de Pruitt en la EPA, comentó a los investigadores del Congreso que el exdirector le había dejado claro antes y después de asumir el puesto que le gustaría tener el cargo de secretario de Justicia, ocupado en ese entonces y hoy en día por Jeff Sessions.

Pruitt lo “había insinuado en alguna conversación entre él y el presidente”, dijo Dravis a los investigadores, de acuerdo con una transcripción obtenida por The Associated Press el jueves. “Ese era el puesto en el que estaba interesado originalmente”.

Pruitt, un exfiscal estatal de Oklahoma cercano a la industria petrolera, había interpuesto más de una docena de demandas contra la agencia de la que fue nombrado director. Cuando llegó a Washington, trabajó incesantemente para desmantelar las regulaciones ambientales implementadas durante el gobierno del expresidente Barack Obama, dirigidas a reducir la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Durante su año en el puesto, Pruitt viajo por todo el país a expensas de los contribuyentes para reunirse con grupos industriales y codearse con donantes del Partido Republicano. Sin embargo, mostró poco interés en escuchar a grupos de activistas a los que describió como “la izquierda ambiental”. Dichos grupos celebraron su renuncia.

Al igual que Trump, Pruitt expresó escepticismo sobre el cambio climático y criticó duramente el Acuerdo de París.

Pruitt se vio obligado a renunciar luego de una serie de revelaciones en las que se dieron a conocer sus costosos viajes en asientos de primera clase y su elevado gasto en seguridad, incluida una cabina insonorizada de 43.000 dólares para realizar llamadas privadas. También exigió la protección de guardias armados las 24 horas del día, lo que resultó en un equipo de 20 miembros que elevó los gastos de la agencia por más de 3 millones de dólares.

Pruitt también había ordenado al personal de la EPA que hiciera tareas para él, como recoger la ropa de la lavandería.

El empleo de Pruitt peligraba desde finales de marzo, cuando ABC News reportó en primera instancia que rentó un condominio en Capitol Hill por sólo 50 dólares la noche. El inmueble era en parte propiedad de la esposa de un cabildero de la industria de los combustibles fósiles cuya firma había solicitado a la EPA rescindir algunas regulaciones.