Febrero 19: Día del Ejército Mexicano. En marzo de 1950, el presidente Miguel Alemán decretó que el 19 de marzo fuera el día para conmemorar la creación de nuestro actual Instituto Armado.
Además en esta misma fecha del año 1913, Venustiano Carranza presentó el Plan de Guadalupe, en Ramos Arizpe, Coahuila, creando el Ejército Constitucionalista, después Ejército Mexicano, para combatir al usurpador Victoriano Huerta.
Y en febrero 19 de 1812: realiza en Cuautla, hoy estado de Morelos, el niño Narcizo Mendoza "La hazaña del Niño Artillero". La Ciudad tenía setenta y dos días de sitiada por el general realista Félix María Calleja y defendida por el insurgente Hermenegildo Galeana. Se había decretado el estado de sitio y el generalísimo José María Morelos había organizado para su defensa, hasta un ejército infantil, en el cual estaba el niño Narcizo, quien apoyaba a Galeana en la plaza de San Diego, un lugar estratégico, donde la mayoría de los defensores eran indígenas ocultos tras los muros de un Convento que defendían con piedras y un viejo cañón. A pesar de su precario armamento, habían conseguido diezmar a los realistas, y de pronto se escuchó un grito: "Todo se ha perdido, ya derrotaron a Galeana". Era falsa alarma, pero los insurgentes corrieron al centro de la población buscando refugio y dejando el campo libre a los sitiadores, quienes avanzaron rumbo al cañón cuando de pronto, Narcizo Mendoza corrió hacia el arma y la disparó, hiriendo a varios realistas y matando a otros. La tropa de Calleja retrocedió y el estruendo consiguió tiempo para avisar a Galeana quien recompuso sus tropas y el mismo Morelos envió de inmediato a Mariano Matamoros y a Leonardo Bravo a ese frente a apoyar, y recuperar la plaza de San Diego. El niño artillero resultó herido de consideración, pero fue felicitado por Morelos y al término de la independencia, llegó a ser teniente coronel del Ejército Mexicano. Lo que sucedió después es otra parte de la historia de la independencia, como que el 2 de mayo de 1812 Morelos salió de Cuautla con sus fuerzas en la madrugada, pero no consiguió burlar la vigilancia de los realistas, cayendo en el combate todas sus fuerzas, y sólo él y su escolta huyeron rumbo al Popocatépetl, siendo perseguido por el capitán Anastacio Bustamante (que con el tiempo llegaría a ser presidente de México), y por Juan Amador, teniente de lanceros provinciales, escribe Francisco de Paula de Arrangoiz en "México desde 1808 hasta 1867". Pero la hazaña del Niño Artillero permitió a Morelos reordenar sus tropas en la Guerra de Independencia. En todas las ciudades de México existen calles o colonias -como es el caso en Monterrey- con el nombre Niño Artillero en memoria de esta hazaña de un héroe infantil. Las tres conmemoraciones de hoy son relevantes para los mexicanos.
