25/Apr/2024
Editoriales

Técnicas de ahorro japonesas que pueden ayudarte en tu vida

Lo más seguro es que hayas intentado todo tipo de trucos para ahorrar hasta el último céntimo de tu cartera y no salirte del presupuesto... sin embargo, no importa cuánto empeño pongas en lograr tu objetivo, nunca consigues dar con el método perfecto para economizar tu bolsillo.

 A los japoneses se les conoce por su austeridad y por su fuerza de voluntad. En su cultura se les inculca la importancia del ahorro desde pequeños y ellos lo ponen en valor durante el resto de su vida. Partiendo de esa base, podemos aprender de su filosofía de vida mucho más que de sus pequeños trucos financieros, afirma Jesús Gómez, docente de Cerem y experto en el área de Recursos Humanos.

La máxima japonesa es no acumular, por lo que no les resulta difícil desprenderse de todo lo que no resulta estrictamente necesario. Y así ahorran.

 Los japoneses, en cambio, tienden ahorrar hasta el 25% de sus ingresos, lo cual no sería posible sin un poco de ayuda. Entra el ‘kakeibo’, una técnica que fue inventada a inicios del siglo XX y que se ha popularizado en buena parte del mundo.

 
A continuación te explicamos los 7 pasos que siguen los japoneses en su método llamado Kakeibo, un modelo de cuentas para el ahorro con el que seguro conseguirás resultados. 

 
1. Ordena tus ingresos y gastos fijos mensuales. Lo primero que debes hacer es anotar el total de tus ingresos y restar los gastos fijos. 


2. Marca un objetivo de ahorro. Es fundamental que este objetivo sea realista, un ahorro que esté dentro de tus posibilidades y que de verdad puedas cumplirlo.


3. Programar cómo vas a hacerlo. Lo peor que puedes hacer es improvisar. Para conseguir la meta que te has propuesto es importante que medites sobre cómo puedes alcanzar tu objetivo. Por ejemplo, llevarse la comida al trabajo, ir al cine sólo un fin de semana…


4. Organiza tus gastos por categorías. Este apartado sugiere que debes definir en qué estás gastando tu dinero a través de cuatro categorías: supervivencia, ocio, cultura/educación y extras. 


5. Sigue semanalmente tus gastos. Esto no solo permite conocer cuánto dinero gastamos a la semana, sino que permite conocer las categorías en las que gastamos más.

 

6. Analiza los resultados. Si sigues todos estos pasos, cada mes podrás estudiar en qué días y semanas gastas más dinero y si lograste o no tus objetivos. 


Entonces te haces las siguientes preguntas:

·  ¿Cuánto dinero has conseguido ahorrar?

·  ¿Cuánto dinero te hubiese gustado ahorrar?

·  ¿Cuánto dinero estás gastando en realidad?

·  ¿Qué cambiarías el mes que viene para mejorar?

Esta última pregunta es muy importante, ya que te ayuda a reflexionar sobre aquellos ‘gastos hormiga’ y prescindibles que podrías eliminar sin mucho sacrificio.


7. Fijar objetivos más altos. Una vez que empieces con estos sencillos pasos, puedes ir aumentando poco a poco los ingresos de tu objetivo mensual. Además, con el paso de los meses empezarás a sentirte orgulloso de ti mismo y pensarás dos veces en si permitirte caprichos.