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Kevin Smith crea su “verdadera gran lápida cinematográfica”

 

LOS ÁNGELES — Veinticinco años después de “Clerks” (“Cajeros”), Kevin Smith dice haber creado su “verdadera gran lápida cinematográfica”.

El guionista, director y actor de 49 años dijo que un ataque cardiaco en febrero de 2018 lo llevó a escribir el guion de “Jay and Silent Bob Reboot” para hacer una declaración más personal sobre la paternidad y el envejecimiento, y dejar un mejor legado.

“Como que esta fuera mi piedra sepulcral... ‘Aquí yace Kevin Smith. Y así es como era él’. La cinta encapsula todo lo que traté de hacer en mis películas a lo largo de como 25 años y habla de mi vida, mi podcasting. Es una linda representación de quién soy”, dijo Smith en una entrevista.

Smith recurrió a viejos amigos y cobró viejos favores al reconectarse con actores de su pasado, incluido el astro de “Chasing Amy” (“Mi pareja equivocada”) y “Dogma” Ben Affleck. Algunos volaron al plató en Nueva Orleáns por tan sólo dos horas de trabajo para aparecer en un acto final plagado de cameos.

“Y uno realmente no se sale con la suya de este modo muchas veces en la vida — es bastante autoindulgente. Pero como sobreviví el infarto, pensé que la gente iba a decir ‘déjenlo en paz, casi se muere, está un poco feliz con la vida ahora’”, dijo Smith.

El resultado, que se estrena esta semana, es una película por momentos tonta pero conmovedora que examina la nostalgia y el crecer. Coprotagonizada por su viejo amigo Jason Mewes (Jay en el dúo titular), la cinta está llena de metareferencias a otros filmes y a lo que Smith llama su propia “carrera miope”.

El nativo de Nueva Jersey ha estado haciendo podcasts 12 años. Ha escrito libros de historietas y ha salido de gira con un espectáculo en el que mezcla chistes con su singular estilo de opinión verbosa y su narrativa híperpersonal y detallada. Reconoce que era un cineasta más motivado, y quizás un guionista más agudo, a principios de su carrera, cuando hizo “Clerks” en 1994 y “Mallrats” (“Jóvenes modernos”) al año siguiente.

Realizada con un presupuesto de apenas 27.000 dólares, “Clerks” debutó entre aplausos en 1994 en el Festival de Cine de Sundance. Es un filme en blanco y negro profano y roñoso, centrado en una tienda de abarrotes en Nueva Jersey que sirvió como vidriera del tipo de diálogo elocuentemente procaz del cineasta. Smith, un forastero de Hollywood que dio vida al porrero Silent Bob en el filme, construyó rápidamente su propia especie de franquicia para la Generación X.

“A veces tengo que enfrentar al Kevin Smith del pasado, que era mucho más creativo y prolífico... Él era el tipo nuevo y esas cosas, eso no me molesta. Me encanta el Kevin Smith del pasado. ... Ese es el tipo que empezó el camino. Yo lo continúo”, dijo Smith. “Hasta ahora, siento que estoy honrando el camino que empecé”.

El ataque cardiaco parece haber reenfocado a Smith en el cine. Cuenta que estaba en la mesa de operaciones y se sintió completamente en paz con el prospecto de morir hasta que se dio cuenta de que la última película que había hecho era “Yoga Hosers”, un thriller fantasioso de 2016 que fue pobremente recibido. No podía irse con ese mal recuerdo.

También sabía que debía mejorar sus hábitos, así que, siguiendo el consejo de su hija de 20 años Harley Quinn Smith, se volvió vegano y bajó más de 22 kilos (más de 50 libras).

“El ataque cardiaco es lo segundo más grande que me ha ocurrido después de ‘Clerks’, diría yo. He estado hablando de ‘Clerks’ los últimos 25 años: ‘¡Hice una película y realmente funcionó!’ Y entonces el ataque cardiaco me dio algo nuevo de que hablar, donde digo ‘¡Tuve un ataque al corazón y realmente funcionó!’ Así que no sé si tenga otro de esos. Pero por ahora todo va bien”, dijo Smith.

Y su autodescrita autoindulgencia continúa: Smith planea una tercera entrega de “Clerks” y está emocionado por su próxima serie animada de “He-Man: Masters of the Universe” (“He-Man y los amos del universo”).

“Finalmente entendí que estoy viviendo un tiempo prestado. Como que estoy esperando que se me caiga el otro zapato. Mi viejo tuvo un infarto y el segundo se lo llevó”, dijo Smith. “Tiendo a exagerar y decir ‘¡Ya está! Porque esta es la (película) que quedará cuando haya muerto’. Y quizás así es que uno deba ser como artista. Uno debería hacer todo así, como si fuera lo último que está va a hacer. Sé que de ahora en adelante así lo haré yo por el resto de mi vida”.