28/Apr/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Octubre 12 de 1885: Llega a Monterrey, por instrucción del presidente Porfirio Díaz, el general Bernardo Reyes al frente del 10º Regimiento militar como Jefe de Operaciones Militares y con la consigna de obtener el control político del Estado. Desde enero de 1877, Díaz ya se había hecho del poder en forma definitiva, aunque al principio no confiaba en Reyes por haber participado en su contra defendiendo a Lerdo en el Plan de Tuxtepec, pero la recomendación del neoleonés Mariano Escobedo y de otros altos mandos militares valieron para que el presidente Díaz decidiera darle “otra oportunidad”. Y para probar su lealtad al gobierno, fue enviado a luchar en Sinaloa contra los lerdistas que se oponían a Díaz, y Reyes los derrotó, con lo que Porfirio Díaz le dio su confianza. Después, en el gobierno porfirista de Manuel González le encargaron varias operaciones militares en Tepic y en San Luis Potosí, y por ello, del 13 de agosto de 1880 al 11 de marzo de 1883 fue el jefe militar en Sinaloa, Sonora y Baja California. Ante sus éxitos militares, Porfirio Díaz le echó el ojo a Bernardo Reyes para empresas mayores. 

Lo envió a Nuevo León para contrarrestar a los dos liderazgos locales: Jerónimo Treviño y Genaro Garza García, excombatientes de la Reforma y de la invasión francesa, y el grupo de Lázaro Garza Ayala.

Como Jefe de Operaciones Militares sustituía al propio Jerónimo Treviño en año electoral para elegir Gobernador. El candidato fuerte era Genaro Garza García, y como la presencia de Reyes molestaba a los políticos locales, causaron disturbios creyendo perjudicarlo, pero Reyes respondió instaurando la Ley Marcial, quedando la situación favorable a los planes del centro del País. Genaro Garza García ganó las elecciones, pero no podía gobernar libremente con la Ley Marcial, pues el poder real lo tenía Reyes. Garza García no aguantó tal presión y pidió licencia a la gubernatura para viajar a México a conferenciar con Díaz dejando en su lugar a Mauro Sepúlveda, quien fue fácilmente dominado por Reyes. Sepúlveda disolvió a la legislatura local, al sentir la presión de Reyes y del gobierno nacional para que renunciara, y como no lo hacía, el Senado de la República -a propuesta de Díaz- nombró a Bernardo Reyes gobernador provisional del Estado. Su función constitucional era solamente llamar a elecciones, pero Reyes se quedó hasta concluir el periodo de1885 a 1887. Así comenzó la era de Bernardo Reyes como gobernador de Nuevo León, un periodo que transformó el estado, por el impulso dado al desarrollo industrial del estado. Se convirtió en uno de los grandes gobernadores de la historia.