Espectáculos

Navidad con sabor a México

 

La Navidad es una época de gran importancia en gran parte del mundo y en México año con año se llevan a cabo una serie de actividades de tipo religioso y tradiciones especiales.

 Gracias a la diversidad cultural de nuestro país, las costumbres navideñas varían según la región en la que se celebran. Lo que para unos es costumbre, para otros puede parecer extraño; sin embargo, todas surgen de ese sincretismo religioso que originó nuevas formas de celebración, que difieren tanto de las cristianas como de las prehispánicas.

 

Michoacán: Entre esferas y heno

 

La fusión de la cultura purépecha y española convirtieron las celebraciones decembrinas en Michoacán en algo único. Los lugares más representativos de las celebraciones son Tarímbaro y Tlalpujahua.

 En el primer sitio se lleva a cabo la fiesta de Takari, donde las comunidades purépechas salen a la calle bailando y a su paso van recogiendo heno para elaborar el lecho del Niño Dios hasta llegar a la iglesia, donde el sacerdote reparte naranjas a los participantes.

Por otro lado, como explica la Representación de Michoacán en CDMX, Tlalpujahua es conocido por su producción de esferas de todo tipo, tamaños, colores y formas.

Alrededor de 300 artesanos trabajan en conjunto, elaborando 20 millones de esferas en esta época y 70 millones anuales, y cada año se reúnen para mostrar todas sus creaciones. Se pueden adquirir desde las tradicionales esferas de un solo color, hasta tulipanes moldeados en vidrio o estrellas con figuras navideñas en su interior.

 

Veracruz y Yucatán: Ricas usanzas navideñas

Sin duda, Veracruz es el estado donde se juntaron varios grupos raciales que aportaron elementos para crear nuevas tradiciones, especialmente en la región de Sotavento, donde desde tiempos prehispánicos se festejaba la renovación de la naturaleza cargando una rama de versúchil.

Con la llegada de los españoles, se agregaron elementos católicos y se enriqueció la costumbre con la música de afrocubanos que llegaron como esclavos, dando origen a lo que hoy se conoce como La Rama.

 Tradicionalmente, se canta la Rama del 16 al 24 de diciembre, en concordancia con las fechas de las posadas. Un grupo de personas adorna la rama de un árbol con candiles, y acompañado de panderetas realiza una procesión nocturna y canta versos que hacen referencia al nacimiento del Niño Jesús. El grupo va de casa en casa esperando que se le brinde atención y agradecimiento con un "aguinaldo", generalmente compuesto de dulces y frutas o dinero de los oyentes.

Esta tradición llegó hasta la Península de Yucatán, pero a diferencia de Veracruz, comienza con la celebración del día de la Virgen de Guadalupe en forma de preposada.

 

Puebla: Los complementos ideales

Es, quizá, uno de los destinos más cosmopolitas de México, que combina su pasado histórico con la modernidad. Puebla se convierte en una sucursal de la mejor época del año en tres de sus Pueblos Mágicos: Atlixco, Chignahuapan y Zacatlán.

Como todos los años, Atlixco se llena de la luz con la Villa Iluminada, un recorrido de casi dos kilómetros que resalta la belleza arquitectónica de este destino.

En tanto, en Chignahuapan, se puede encontrar el mejor complemento para celebrar la Navidad en su tradicional Feria del Árbol y la Esfera. Este sitio es considerado como el productor número uno de esferas navideñas a escala mundial con cerca de 400 talleres que producen un aproximado de 70 millones de adornos.

Finalmente, Zacatlán es famoso por sus manzanas rojas, de apariencia rayada, llamadas "fruto prohibido”, que son esenciales para la sidra poblana, indispensable en todo brindis en esta época. Gracias a su sabor ácido, se endulza cuando madura y se elabora el producto que acredita este lugar, tradición que se remonta a la llegada de los franciscanos a la zona y que hoy siguen conservando recintos como Bodegas Delicia o Sidrería San Rafael.

 

Oaxaca: Distintas formas del rábano

Provenientes de China, los rábanos fueron introducidos a México a través de los frailes españoles y eventualmente se convirtieron en guarniciones o adornos para varios platillos cotidianos de la gastronomía mexicana.

Como nos cuenta Oaxaca Travel, hace más de 120 años los comerciantes llegaban a vender a la plaza principal de la Antigua Antequera sus productos para la preparación de la cena de navidad. Con tal de llamar la atención de sus clientes, comenzaron a crear figuras con los rábanos adornándolos con lechugas, coliflor, nabos y cebollas.

Con el paso del tiempo, los diseños se fueron perfeccionando y los clientes pagaban para adornar sus casas, fue así que comenzó la competencia de tallar las figuras más sorprendentes y cada año esta fiesta se viste de color blanco y rosa mexicano.