Junio 02 de 1961: Ocurre un trágico accidente en el Teleférico de Monterrey. Este ambicioso proyecto, ubicado en el emblemático Cerro de la Silla, se había hecho realidad para beneficiar al Patronato de La Ciudad de los Niños, que se hacía cargo del orfanato que dirigía el padre Carlos Álvarez.

Nuestra Ciudad se ponía al mismo nivel de los grandes destinos turísticos internacionales, como Río de Janeiro, y Barcelona, pero apenas se estrenaba y murieron en esta lamentable tragedia los constructores ingenieros: Jesús Fernández Guerra, Alberto Rocatti, César Augusto Leal y el señor Ángel Rodríguez, quienes iban en una góndola que se desplomó. Se dice -sin pruebas- que por una falla el sistema se varó y que alguno de los viajeros desenganchó manualmente la góndola en forma accidental y la caída fue mortal.

En otras góndolas viajaban paseantes nacionales y extranjeros que fueron rescatados por los equipos de bomberos y por el personal que operaba el sistema del Teleférico. Luego de otro desafortunado intento, el proyecto y su cuantiosa inversión, fue abandonado, a pesar de que algunos empresarios del sector turismo se han interesado en rescatarlo, la inercia negativa de estos antecedentes termina imponiéndose y las instalaciones originales han sido expoliadas.