Cuando estudiábamos Ingeniería, nos empapábamos de las clases, de las prácticas y del argot de cada especialidad… así, en la clase de dibujo que nos daba el arquitecto De Zamacona y Escandón, al pasar a mostrar nuestros trabajos al salón, el maestro pedía que los condiscípulos ‘calificaran’ al expositor… las calificaciones consistían en criticar lo expuesto, y lo peor que podía gritar la raza a un expositor era: ese trabajo está fusilado!...///

Fusilar significaba entonces, copiar, y el maestro privilegiaba -además de la limpieza y calidad del dibujo- la originalidad… así que podríamos enviarle un recado al señor presidente López Obrador para que, en vez de negar que fusilaron a 17 mexicanos en Michoacán, lo acepte, pero que les haga una acusación infamante a los que dispararon sus metralletas en contra de los indefensos emparedados (estaban en e paredón)… esa acusación podría ser que les dijera: COPIONES, y así les podría dar permiso para que siguieran llamándose cártel de Jalisco… porque eso de pedirles que se cambien de nombre, es algo muy feo, no creemos que lo vayan a soportar esos hombres que, finalmente, también son pueblo… uf, uf, y recontra uf…///

Claro que aquí tampoco tenemos problemas con las ejecuciones en plena calle, porque esas son entre el pueblo malo, el que milita en los grupos delictivos… esos sí se pueden tirar con plomo en medio de la gente, incluso en presencia de los hijos de los fusilados, o ejecutados, como les gusta calificarlos en el argot localuco… estamos esperando aún el resultado de las investigaciones del robo del periódico Regiodeporte que reportamos desde septiembre a las autoridades locales… nomás falta que digan que esos robos son porque los malos eran los trabajadores desempleados de esa empresa… habrase visto…///