26/Apr/2024
Editoriales

Homenaje al abogado Carlos Aguilera Ortiz

Al hollar el umbral del estudio del derecho, surge la pregunta, porque decidimos ser Abogados?, ¿será por el conocimiento del derecho y  por un anhelo de justicia, o  por el impacto  que tiene esta disciplina en la vida de la sociedad, o tenemos la pretensión del desarrollo personal en esta Ciencia, y encontrar el camino de la vida, al hacerlo así, nos adentramos, en esta hermosa Ciencia, pues sus horizontes intelectuales nos permiten ver que hay una razón de ser para la existencia de esta disciplina social que permite programar una vida más ordenada, justa y equitativa en el ámbito social, en el estudio del Derecho, notamos la existencia de la antinomia como puede ser la moral y el derecho, y la que puede haber entre Derecho Natural y Derecho Vigente y Positivo, todo lo anterior acudía a nuestra mente con motivo de la clase de INTRODUCCION AL ESTUDIO DEL DERECHO, ese fue nuestro inicio era el año de 1954, y en la “Vieja Casona” donde se enseñaba el Derecho y la Jurisprudencia, desde 1885, acudíamos 500 estudiantes en todos los cinco años de la carrera, y deseábamos abrevar la Cultura del Derecho, en esa fecha conocimos a Carlos Aguilera Ortiz, quien al exponer su clase, demostró claridad de exposición, inteligencia, capacidad, sencillez y su habilidad innata para comprender el Derecho, era un analista preciso y lo recordamos que al exponer las tesis jurídica de los tratadistas Bonnecase, Planiol, RadBruch, lo hacía en forma brillante. Por ese motivo, por ser un expositor claro de las mismas, le llamábamos con afecto a Carlos Aguilera con el nombre del célebre tratadista el Derecho Civil francés PLANIOL, y con el estudio de todas las materias que había en la Facultad, Carlos Aguilera fue llenando su vida, también fue un brillante abogado postulante con clara inclinación a la práctica del Derecho Constitucional, Civil, Mercantil, en los tribunales Locales y Federales, distinguiéndose al exponer sus argumentos jurídicos con la claridad de pensamiento y la precisión de sus conceptos.

Es preciso destacar que Carlos Aguilera Ortiz pudo estudiar gracias a que fue becado por el Gobierno de Durango y por la Universidad de Nuevo León; y por ello estudio en esta Facultad; como abogado postulante, sus clientes en su despacho eran fundamentalmente abogados que querían el apoyo intelectual del jurista, del conocedor profundo del Derecho y de la aplicación exacta de las nuevas corrientes y tesis jurisprudenciales; así transcurrió su vida, siendo un brillante expositor del ejercicio profesional, pues en sus argumentaciones se encontraban las más importantes y brillantes tesis del Derecho, fue maestro de esta Facultad que hoy le rinde homenaje, y sabemos, que siempre agradeció a nuestra Universidad el tiempo que fue becado como alumno por ello cuando fue maestro, devolvió a la Universidad lo que él recibió, conocimientos y cultura, nunca quiso cobrar cantidad alguna por sus Cátedras y los cheques los devolvía íntegramente para que esos recursos fueran utilizados para jóvenes de escasos recursos, hay que hacer notar que a su Cátedra de Amparo acudían además de sus alumnos, funcionarios judiciales y abogados en el ejercicio, para escuchar sus tesis y profundos conocimientos.

Carlos Aguilera, era un auténtico y libre ser humano y como abogado postulante, no acepto la invitación para ser funcionario judicial y agradeció a varios gobernadores, la deferencia para ocupar el cargo de magistrado, y no obstante que sabía la distinción, la agradecía pero no la aceptaba, como tampoco acepto reconocimiento alguno ni cargos públicos, para él, lo fundamental de su existencia era ser abogado postulante, decía que serlo era la distinción más amplia, era libertad personal, ya que esto le permitía ser siempre independiente y alejado del poder, para evitar cualquier tentación que desviara la justicia y evitara la aplicación de la ley, tuvo la oportunidad de asesorar y apoyar a personas de escasos recursos a los cuales les brindaba ayuda jurídica en forma gratuita.

De esta Facultad de Derecho ha habido egresados brillantes, Carlos Aguilera fue uno de ellos, cuya trayectoria le ha dado prestigio a la Universidad, a esta Facultad, y al Estado de Nuevo León, es por ello que nos permitimos homenajearlo, con el recuerdo afectuoso, y hago votos por que su ejemplo siga vivo, y sea guía y faro de luz para muchos jóvenes que con ilusión buscan un camino profesional, que sirva a la sociedad, que la mejore con base en la aplicación de un derecho con alto contenido social, por ello es agradable ver a jóvenes reunidos en este homenaje al distinguido Abogado Carlos Aguilera Ortiz ejemplo de que es a través del estudio, práctica profesional, y calidad moral podemos seguir dignificando a nuestra Profesión por medio de la práctica de valores, como debemos hacerlo, ejerciendo nuestra noble profesión de Abogados, hoy recordamos al compañero, al hombre lleno de ilusiones quien actuó en su vida con rectitud, y ejerció la profesión de abogado con dignidad y profesionalismo con altura de miras y amor al derecho, hoy lo recordamos por sus valores y su calidad humana, nuestra Facultad le rinde reconocimiento por su eficacia como estudiante, por su calidad de brillante maestro y distinguido abogado, para el nuestro recuerdo afectuoso y reconocimiento.