28/Apr/2024
Editoriales

Huelga General en Monterrey

Estaba Manuel Ávila Camacho en sus últimos meses de Presidente de la República y Arturo B. de la Garza a la mitad de su sexenio -fue el primer gobernador de seis años que tuvo Nuevo León- cuando la portada del periódico El Porvenir, el más grande e influyente medio de comunicación local, decía el 13 de mayo de 1946: “El día 15 estallará la huelga general organizada por la CTM de esta Cd.”. El cuerpo de la nota explica que se emplazarían a huelga las principales industrias de Monterrey, así como a empresas que más empleados tenían. Se trataba de una propuesta de huelga generalizada para apoyar a los trabajadores en paro de Cristalería, emplazando a Productos Rugo, Ladrillos Refractarios, y otras empresas locales para que la mencionada huelga estallara el día 25 de mayo de 1946. Según declaraciones de los dirigentes sindicales de estas empresas afiliados a la CTM, en el Consejo Nacional de esa poderosa central obrera dirigida por don Fidel Velázquez, se abordaría el caso mencionado para reconfirmar este movimiento huelguístico.         

Ciertamente no era un hecho consumado la “huelga general”, pero de que la nota movió al aparato gubernamental, ni duda quepa. El gobernador De la Garza, político efectivo más que de discursos, seguramente se movió directamente con su amigo el presidente Ávila Camacho, con quien había realizado acciones de gran beneficio para Nuevo León, como fue la adquisición de la empresa Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, para asegurar un buen suministro del inapreciable líquido a los hogares e industrias nuevoleonesas. Y lo que siguió moviéndose en los entresijos del poder política nacional no lo sabemos, pero lo imaginamos, pues la huelga general en Monterrey no funcionó sino como medida de presión para solucionar el paro en la empresa Cristalería.

Fuente: La Memoria de papel /compilación y estudio/ Celso Garza Guajardo