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Mineros de los “pocitos” a 80 mts. bajo tierra y a 50°c para ganar un poco más que en las maquiladoras

Carboneros eligen las profundidades de las minas porque ganan más que pasar 8 horas al día trabajando en una maquila, pero sin prestaciones ni seguridad social.

 Los hombres que trabajan en los pocitos de carbón de Sabinas lo hacen por necesidad, porque ganan más que en la maquila para mantener a sus familias, aunque no tengan prestaciones ni seguridad social.

 En estos pozos, como en el que están atrapados 10 mineros desde hace una semana, para ganar entre 2 mil 250 y 2 mil 700 pesos a la semana, se debe laborar cinco horas diarias a 60 metros bajo tierra, con temperaturas que llegan a los 50 grados, con un casco, una lámpara y unas botas que aguanten.

 

84 METROS BAJO TIERRA A 50 GRADOS CENTÍGRADOS

 

El teléfono del malacatero, que opera el ascenso del bote carbonero en el pocito, timbra varias veces. Eso significa que quien sube desde las entrañas de la mina es un minero.

 De repente aparece en la boca del pozo un carbonero; subió desde los 84 metros de profundidad que tiene este pocito que se halla a menos de un kilómetro de la zona cero, donde se trabaja para rescatar a los 10 mineros.

 El minero lleva botas, casco, lámpara y no trae camisa: es Guillermo Torres, Memo, uno de los carboneros que estaba afuera de la mina de Agujita cuando ocurrió la inundación. Fue uno de los que lanzó la cuerda y jaló a tres de sus compañeros que lograron salvarse.

 Seis días después del accidente Memo regresó a una mina por primera vez. Cuenta que no se sintió a gusto, sintió mucho calor allá abajo, donde la temperatura llega a subir a los 50 grados centígrados, y decidió subir a la superficie.

 “No hay más, estamos jodidos”, dice mientras camina.

 

DE UNA MINA A OTRA

 

Carboneros como Memo son una especie de jornaleros del carbón. Terminan en una mina y acuden a otra. Asegura que visitó las oficinas de la empresa para que lo registraran en el Seguro Social y pudiera ingresar al pozo, pero admite que en otras, basta con llegar y pedir trabajo.

 La dinámica del carbonero es así: entran a la mina, trabajan en parejas y salen cuando quieren porque les pagan por tonelada de carbón que extraen. Allá abajo, el planchero apunta lo que sacan: 10 carretillas llenas equivalen a una tonelada. Un bote minero, de los que ascienden en el tiro vertical, se llena con tres carretillas, explica José de Jesús, el supervisor del pocito.

 En la mina siniestrada el sueldo era de 150 pesos por tonelada, pero hay otras donde el carbonero puede ganar 100 o 130 pesos por tonelada, que se divide entre la pareja de mineros.

 El minero Juan Manuel Briones explica que normalmente extraen seis toneladas en un día entre pareja, lo que equivale a que les apunten tres toneladas por minero. Eso, multiplicado por cinco o seis días, representa una extracción de mineral de 15 a 18 toneladas a la semana, es decir, de 2 mil 250 a 2 mil 700 pesos a la semana que les pagan en efectivo.

 “Normalmente trabajamos cinco horas, pero ya el que quiera darle más, pues saca más. Hay empresas que te dan bonos; por ejemplo, a mí me daban mil pesos si llegaba a las 18 toneladas, pero ya lo subieron a 20”, platica.

 Más de 2 mil pesos a la semana por cinco horas diarias picando carbón bajo tierra. Para muchos en la región esto es preferible a ocho horas de trabajo diario en una maquila por mil 300 o mil 500 pesos a la semana.

 

https://vanguardia.com.mx/noticias/arriesgan-la-vida-mineros-por-2-mil-en-los-pocitos-trabajan-por-necesidad-HF3513867