03/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Abril 27 de 1812: Atacan los insurgentes Mariano Matamoros y Miguel Bravo al Ejército realista dirigido por Calleja y Ciriaco de Llano, pero no alcanzan a introducir víveres a Cuautla –ciudad que estaba sitiada-, del hoy Estado de Morelos. Mientras el virreinato luchaba contra la insurgencia de Morelos, el virrey Francisco Xavier Venegas supo, por conducto del diplomático español Luis de Onís, que Estados Unidos planeaba extenderse rumbo al sur hasta el río Bravo, por lo que Venegas, tratando de no dividir más las fuerzas realistas que luchaban contra Morelos, intentó en un par de ocasiones llegar a negociar con El Siervo de la Nación, quien jamás consideró siquiera esa propuesta. Por otra parte, la información llegada de Washington, demuestra –por si fuera necesario- que los norteamericanos siempre quisieron al río Bravo como frontera, y se esperaron pacientemente por 34 años hasta que México perdió Texas y les “vendió” los enormes predios nórdicos que llegaban casi hasta Rusia, tras la alevosa invasión militar a nuestro país. Regresando a la insurgencia, es claro que Morelos tenía encendida la lucha contra los realistas que había iniciado Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y los primeros héroes de la independencia. Y al día siguiente (abril 28), para hacerse de víveres para su gente durante el sitio de Cuautla, Morelos cambió de estrategia, ordenando que se guardara un absoluto silencio en toda la Ciudad, para desconcertar a los realistas. Hasta que lo consiguió, pues el día 2 de mayo de 1812, Morelos pudo romper el sitio de Cuautla con una sorpresiva y silenciosa acción militar, para reunirse con Víctor Bravo en Ocuitilco, en otra más de sus hazañas bélicas. José María Morelos fue un genio militar y enorme héroe nacional, que continuó la obra de su antiguo maestro Miguel Hidalgo y Costilla.