El 10 de diciembre de 1903 el New York Times publicó su opinión: es completamente inútil tratar de volar, por lo que advertía a Samuel Langley (1834 – 1906), quien estaba construyendo una máquina voladora, que mejor abandonara el proyecto, que le costaba demasiado tiempo, dinero y esfuerzo. “La vida es corta, y Langley es capaz de realizar servicios a la humanidad incomparablemente mayores que los que se pueden conseguir intentando volar.

Para estudiantes e investigadores del tipo Langley seguramente hay empleos mucho más útiles”. Una semana después de la publicación del mencionado texto, los hermanos Wright realizaron exitosamente su primer vuelo.