Internacional

Aumentan a 60 los muertos por atentado en Kabul, 12 de ellos militares de EU

 Redaccion- ABC ( Madrid).- El terror golpeó Kabul y eligió el punto al que todo el mundo mira desde la llegada del Emirato: el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai. Los servicios de inteligencia del Reino Unido y Estados Unidos advirtieron el miércoles de la «amenaza real» de atentado a las puertas del aeródromo y el grupo yihadista Estado Islámico (EI) convirtió estas palabras en realidad este jueves asesinando al menos a 60 personas, de ellos 12 militares de EE.UU. en al menos dos explosiones en el entorno de las instalaciones del aeropuerto.

 

El Estado Islámico reivindicó su responsabilidad por los ataques en la cuenta del grupo terrorista en la red social Telegram, informa Reuters.

Un funcionario sanitario ha informado a la BBC de que al menos 60 personas han muerto y 140 han resultado heridos en las explosiones en el aeropuerto de Kabul.

Por su parte, el Pentágono ha confirmado que entre las víctimas mortales hay 12 militares estadounidenses, de los cuales 11 serían marines y uno médico militar. Así mismo, 15 militares de EE.UU. han resultado heridos.

En una comparecencia tras los atentados, el general Kenneth McKenzie, del Comando Central de EE.UU. ha asegurado que siguen activas otras amenazas contra el aeropuerto y amenazas de coches bomba en Kabul. Así mismo, avanzó: «Continuaremos ejecutando la misión a pesar de este ataque».

Algunos medios internacionales hablaban de una tercera deflagración, pero hasta el momento no ha sido confirmada. 

Miles de personas seguían en el momento de las explosiones en el aeropuerto de la capital afgana a la espera de un avión salvador que les sacara del país, la ansiedad por dejar atrás a los talibanes pudo con los llamamientos desde el Pentágono que les pedían que se alejaran lo antes posible de las puertas de acceso.

El embajador de Estados Unidos en Kabul había comunicado en un principio al personal diplomático norteamericano en Afganistán que cuatro soldados estadounidenses del Marine Corps habían muerto en una de las explosiones en el aeropuerto de la ciudad, y que otros tres habían resultado heridos, según ha dicho a varios medios estadounidenses un alto funcionario con conocimiento de esas conversaciones. El diario ‘ The Wall Street Journal’ ha revelado esas comunicaciones y el número de bajas.

Esta misma semana, los gobiernos occidentales habían advertido repetidamente sobre un ataque inminente por parte del Estado Islámico e instaron recientemente a sus ciudadanos a no acercarse al aeropuerto. Después que ocurrieran las explosiones este jueves, la embajada de EE.UU. ha instado a todos los ciudadanos estadounidenses a que abandonen las entradas al aeropuerto de inmediato.

A falta de la confirmación oficial, los servicios de inteligencia apuntan a un EI cuyos hombres acudieron puntuales a su cita con la muerte y realizaron su primera operación desde la llegada del emirato desafiando de esta manera la imagen de seguridad y fortaleza que quieren transmitir los talibanes al mundo. Todos los países son vulnerables ante el golpe de un suicida, incluido uno dirigido por unos talibanes que durante años han comandado un ejército de kamikazes. Lo único que no cambia es que siempre son los civiles las grandes víctimas.

El modus operandi fue el mismo que los yihadistas han empleado una y otra vez desde que comenzaron a funcionar en Afganistán. Un suicida con un chaleco de explosivos se inmoló en la puerta Abbey, que desde la caída de Kabul en manos de los talibanes ha sido el punto principal de acceso para la evacuación de estadounidenses y sus colaboradores de las últimas dos décadas. Cuando todas las miradas apuntaron a ese lugar y la gente trataba de ayudar a las víctimas se produjo la segunda explosión, esta vez parece que fue un coche bomba, a unos 300 metros de distancia y junto al hotel Baron, la base empleada por los británicos para coordinar sus evacuaciones. Las fuerzas internacionales que quedan desplegadas en el aeropuerto para coordinar la recta final de la evacuación se retiraron inmediatamente de las puertas de acceso y sellaron la zona en la que se encuentran desplegadas en el interior del aeródromo.