26/Apr/2024
Editoriales

El cautiverio es mal consejero

El genio dijo al pescador que lo había sacado de la botella. _Soy uno de los genios heréticos y me rebelé contra Salomón, hijo de David. Fui derrotado; Salomón, hijo de David me ordenó que abrazara la fe de Dios y que obedeciera sus órdenes. Rehusé; el rey me encerró en esa botella de cobre y ordenó a los genios sumisos que me arrojaran en el centro del mar.

Dije en mi corazón: a quien me de la libertad lo enriqueceré para siempre. Pero pasó un siglo y nadie me dio la libertad. Entonces dije en mi corazón_ A quien me de la libertad le revelaré todas las artes mágicas de la tierra. Pero pasaron cuatrocientos años y yo seguía en el mar. Dije entonces que: _a quien me de la libertad le otorgaré tres deseos. Pero pasaron novecientos años. Entonces, desesperado, juré por el Nombre muy Alto: a quien me de la libertad, lo mataré. Así que prepárate a morir, oh mi salvador.

 

 

 

Las Mil y Una Noches