01/May/2024
Editoriales

Un destape

 

 

En el micrófono, frente a una multitud receptiva y estimulada, estaba Juan José pronunciando uno de sus incendiarios discursos que emancipaba a cualquiera que le hubiera puesto atención.

Su oratoria tenía credibilidad, le llegaba a la gente, por ello lo eligieron para dar el discurso en la asamblea donde se postulará candidato a gobernador.

Todo estaba previsto, mantas, porras, música y todo lo necesario para festejar que el director de la escuela secundaria del pueblo, el profe Mendoza, sería el candidato oficialmente.

Sin embargo, sucedió lo que sucede muy seguido en la política: un cambio de última hora, así que le enviaron al Apuntador oficial a que le diera las nuevas instrucciones, pues la gente estaba lista para apoyar a la persona que dijera Juan José. Se le acerca por la espalda y le dice quedito para que no se escuche en el micrófono:

_Detente, Juan José, hay cambio de señal, dice el Jefe que en un momento más te dará el nombre del nuevo candidato. Que por ningún motivo digas el nombre del profe Mendoza, pues ya no será el candidato. 

_¿El profe Mendoza? pregunta nervioso Juan José, y la gente, al escuchar el nombre estalló en gritos de alegría.