20/Apr/2024
Editoriales

Segunda Vuelta y Valoración del Voto- I

Los resultados de las elecciones en los Estados de México, Coahuila, Veracruz y Nayarit fueron claros y contundentes: La oposición, de izquierda o de derecha, apoyada por la clase media, prevaleció en las grandes áreas urbanas y el PRI, a base de ofrecimientos concretos, pagados por "desví­os" del erario, conservó sus votos "clientelares" en las áreas rurales y las periferias marginales urbanas.

¿Cuál es la razón de esta polarización? Pus que el Sistema Democrático que copiamos del Primer Mundo sólo funciona bien como instrumento polí­tico liberal de la clase media, aunque sus normas jurí­dicas se apliquen por igual a toda la población, beneficiando con eso a la clase baja, a la que le abre muchos caminos para que sus integrantes vayan ascendiendo a la clase media; También le quita todo privilegio a la clase alta, los integrantes de la cual quedan, polí­ticamente, reducidos a la clase media.

El Primer Mundo tardó un siglo, de 1815 a 1916, para darle el voto al 100% de su población adulta, masculina y de raza blanca: México lo imitó en 1917 dándole el voto también al 100%, pero como habí­a sólo un 5% de clase media, hubo que inventar e implementar grandes "organizaciones" con las que pudiera controlar al 95% de los votos: La solución, ideada y puesta en práctica por Plutarco Elí­as Calles y su equipo de 1924 a 1934, fueron las grandes "centrales" campesina, obrera y popular, a cuyos integrantes el Estado les daba beneficios concretos, como el agrarismo y los sindicatos, a cambio de su incondicional apoyo polí­tico en las urnas.

Este sistema clientelar mexicano se consolidó con Lázaro Cárdenas y tuvo si "crecimiento sostenido" de 1940 a 1970, durante 5 "monarquí­as" sexenales, cuando la población más que se triplicó y la clase media se decuplicó, porque aumentó su porcentaje del 10 al 25%.

Pero ese mismo éxito del sistema clientelar lo hizo inoperante a los ojos de esa nueva clase media, situación que estalló violentamente en 1968.

Luego de 20 años de intentos fallidos de reestructuración, los gobernantes tuvieron que abrirse a la democratización, sobre todo a partir de mayo de 1987, y para 1996 ya se habí­an logrado tres sólidos avances: 1) Partición del Poder por funciones y niveles; 2) Libertad de expresión y manifestación; y 3) Control ciudadano de la organización y vigilancia de las elecciones. Esto permitió la Alternancia del Poder Ejecutivo Federal, pero las dos administraciones panistas no pudieron desmantelar el sistema clientelar, por lo que el PRI recuperó la Presidencia en 2012.

¿Qué reestructuración polí­tica se requiere para desmantelar hasta sus bases este sistema clientelar? Creo que hay dos: Una parcial pero fácil de implementar, que es la Segunda Vuelta electoral y la otra básica, pero difí­cil de pasar, que es la Valoración del Voto, las cuales trataré de examinar en mi próximo artí­culo. Atte.- JVG.- 07-06-17.