El presbiterio y director de la Casa INDI, Felipe de Jesús Sánchez Gallegos, dijo que se prevé una nueva oleada de migrantes y aunque en el sur del país se está tratando de disuadirla, familias, hombres y mujeres están llegando poco a poco a Nuevo León.

 El párroco además indicó que ante la llegada constante de los migrantes y la necesidad de darles atención humanitaria, como director de la Casa INDI, actualmente se cuenta ya con cinco casas donde se atiende a cerca de 400 migrantes, que aunque están de paso, viven en estos lugares y 600 personas en total reciben los tres alimentos, por lo que hizo un llamado a la comunidad, para que se toquen el corazón y den una aportación en especie o económica, para continuar dando casa y comida a los hermanos de otros países.

 Agregó que los migrantes llegan de Venezuela, Honduras, Guatemala, El Salvador, Cuba, China y Filipinas.

 Agregó que los migrantes desertan de su país por varias razones como son: el derecho de piso, que les piden en su país de origen y en caso de no hacerlo, los amenazan con matar a su familia, falta de trabajo, bajos salarios así como la reparación a la que se enfrentan.

 “Estas son básicamente las situaciones a las que se enfrentan los migrantes, ellos tienen derecho a migrar, a quedarse, tienen derecho a soñar a que sus hijos tengan una vida mejor”, dijo Felipe de Jesús Sánchez Gallegos, Padre y director de la Casa INDI.

 Agregó que para alimentar a los 600 migrantes se requiere de mucha ayuda como huevo, frijol, arroz, pañales, leche NAN, leche Nido, ropa, zapatos, entre muchas cosas más.

 Señaló que para mantener los servicios de las cinco casas, se hacen pagos de hasta 500 mil pesos mensuales.

 El padre Felipe de Jesús Sánchez dijo que actualmente tienen cinco casas, se atienden a cerca de 600 migrantes.