Diciembre 21 de 1962: muere en la ciudad de México el literato y polí­tico lampacense Nemesio Garcí­a Naranjo.

Nació en Lampazos el 8 de marzo de 1883, hijo del alcalde de Lampazos Memesio Garcí­a y Juana Naranjo. Estudia sus primeras letras en su tierra natal así­ como en Encinal, Texas. Viene a Monterrey a estudiar en el Colegio Civil y se traslada a la ciudad de México, donde recibe el tí­tulo de abogado por la Escuela de Jurisprudencia.

Crí­tico del general Bernardo reyes, es electo diputado en las postrimerí­as de la dictadura de Porfirio Dí­az y cuando asciende Madero, se integra al equipo de abogados llamado coloquialmente "El cuadrilátero" con sus colegas Francisco de Olaguí­bel, José Marí­a Lozano y Querido Moheno. Tras el golpe de estado perpetrado por Victoriano Huerta, asume la titularidad de la Secretarí­a de Instrucción Pública, y por ende, cuando cae Huerta en 1914 no sólo renuncia sino que es desterrado yéndose a vivir a San Antonio, Texas. Su postura fue anti revolucionaria en virtud de que ese movimiento derrocó a Huerta así­ que siempre criticó duro a Venustiano Carranza, sobre todo cuando en San Antonio fundó la Revista Mexicana.

Regresa a México en 1923 pero en un lapso de tres años vuelve a ser desterrado, sólo que en esta ocasión regresa un año después. Su carrera periodí­stica alcanza su más alto nivel a partir de entonces, publicando en el periódico El Demócrata Fronterizo, de Nuevo Laredo; y por largos años publica en periódicos de la capital mexicana, Buenos Aires Argentina; La Habana, Cuba; Caracas, Venezuela; Madrid, España, y otras naciones, alcanzando un alto nivel de reconocimiento por su estilo académico de escribir.

En Monterrey participaba como editorialista en El Porvenir. También se distinguió en la cátedra, al educar en la Escuela Nacional Preparatoria, y en el Colegio Militar. Su obra escrita es de muy buena calidad, entre la que destaca: El aroma viril, novela de 1925; El quinto evangelio de 1929; Porfirio Dí­az, en 1930; Simón Bolí­var, en 1931; En los nidos de antaño en 1951; Bajo el signo de Hidalgo en 1953; El vendedor de muñecas, comedia en 1956, llevada a la pantalla; y Memorias, en 10 volúmenes, publicada entre los años 1956 y 1963. Durante su época de madurez tuvo importante presencia en los actos polí­ticos e intelectuales de Nuevo León, donde se le reconoció como un intelectual maduro.