Julio 25 de 1881: el general Porfirio Díaz declara su amor a Carmen Romero Rubio y Casteló. Para hacerlo, escribe una carta diciéndole: "Yo debo expresar a usted que la amo. Comprendo que sin una imperdonable presunción no puedo esperar que en ánimo de usted pase otro tanto y por eso no se lo pregunto; pero creo que en un corazón bueno, virgen y presidido de una clara inteligencia como el de usted puede germinar ese poderoso sentimiento, siempre que sea un caballero el que lo cultive y sepa amar tan leal, sincera y absolutamente como usted lo merece y yo lo hago ya desde un modo casi inconsciente".
Apenas el anterior día 16 de julio de ese año, Díaz había sido invitado a la casa de Manuel Romero Rubio, en la calle de San Andrés, a la celebración del cumpleaños de la bella señorita Carmen Romero, quien era 34 años menor que don Porfirio, nacida en Tamaulipas, y el presidente mexicano quedó prendado de ella. La anterior y primera esposa de don Porfirio Díaz fue Delfina Ortega Díaz, hija de su hermana Victoria Manuela Díaz Mori, había fallecido en abril de 1880. Y el 5 de noviembre de ese mismo año 1881, se celebró la boda entre Carmen y Porfirio, dos enamorados que hicieron equipo familiar y político hasta la muerte del ex presidente mexicano en Francia.