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Inmigrantes temen reportar delitos por temor a ser deportados

Dallas - Los inmigrantes en Estados Unidos tienen miedo de llamar a la policí­a, presentar cargos y les aterra la posibilidad de testificar en un juicio ante el temor de que autoridades federales de inmigración los detecten, detengan y deporten, según resultados de una nueva encuesta nacional.

El sondeo, realizado por el Centro de Justicia Tahirih, una organización nacional que provee ayuda legal a inmigrantes, cuestionó a 715 abogados y activistas defensores de victimas en 46 entidades del paí­s, sobre cómo el cambio en las polí­ticas de inmigración ha afectado el reporte de abusos y crí­menes de parte de los inmigrantes.

El 78 por ciento de los abogados y defensores, reportaron que los inmigrantes sobrevivientes de un crimen, han expresado su preocupación por contactar a la policí­a.

Del mismo modo, tres de cada cuatro de los encuestados, informaron que los inmigrantes tienen preocupaciones acerca de acudir a las Cortes por un asunto relacionado con el delincuente o abusador.

En un dato aún más grave, el 43 por ciento de los abogados defensores de inmigrantes, dijeron que se han visto forzados a abandonar alguna denuncia o caso porque sus clientes temí­an continuar con los mismos, ante la posibilidad de ser detectados por las autoridades migratorias.

El estudio reveló que muchos de los delitos que se están dejando de reportar están relacionados con abuso sexual y violencia doméstica.

"Las leyes y polí­ticas disuaden a los inmigrantes ví­ctimas de un delito de llamar al número de emergencias 911 y les crea una opción imposible para ellos: deben callar y en muchos casos permanecer con sus abusadores o correr el riesgo de ser deportados", dijo Archi Pyati, jefe de polí­ticas y programas del Centro de Justicia Tahirih.

"Las actuales polí­ticas relacionadas con la aplicación de la ley de inmigración, tales como órdenes ejecutivas que autoridades locales y estatales apliquen las leyes migratorias, han tenido impacto entre los inmigrantes sobrevivientes de un crimen o las ví­ctimas de violencia doméstica y asalto sexual", aseguró Pyati.

"No podemos hacernos de la vista gorda ante esto. Estas polí­ticas nos hacen a todos menos seguros", dijo.

En Texas, donde a principios de este mes se promulgó la ley SB 4 que obliga a los policí­as aplicar ciertas leyes de inmigración y a cuestionar el estatus migratorio de las personas a las que detienen, los propios departamentos de policí­a han advertido sobre las consecuencias negativas de este tipo de medidas.

Los jefes de policí­as de las principales ciudades de Texas advirtieron en una carta el mes pasado que la ley SB 4 "conducirá a la desconfianza en la policí­a, a menos cooperación de miembros de la comunidad y fomentará la creencia de que no pueden pedir ayuda a la policí­a por el temor a ser sometida a una investigación de inmigración".

"Incluso, los inmigrantes legales están comenzando a evitar el contacto con la policí­a por temor a que ellos o miembros indocumentados de sus familias o amigos, puedan estar sujetos a la aplicación de la ley de inmigración", señalaron los jefes de policí­a de Dallas, Houston, San Antonio, Austin y otras ciudades.