16/Apr/2024
Editoriales

DE A QUIEN SE ACUSA Y A QUIEN SE ENCUBRE EN AMÉRICAeditorial 3 de junio DEL SUR

En una agresiva declaración con fecha del 29 de mayo, la ex Presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuestiona por qué es que el Congreso nacional y el poder judicial están tratando con guantes de seda al Presidente Mauricio Macri, cuando él, miembros de su familia, funcionarios de su gobierno y amigos son los principales protagonistas argentinos en el escándalo de los Documentos de Panamá. Internacionalmente, destaca, este escándalo ha derrocado primeros ministros y funcionarios gubernamentales; pero en Argentina, el caso en contra de Macri está estancado, v tanto en el Congreso como en el poder judicial.

"¿Alguien puede siquiera imaginar qué hubiera ocurrido en el Congreso Nacional, si 'Panamá Papers' hubiera ocurrido durante mi gestión. Y los protagonistas hubiéramos sido mi gobierno, mi familia y mis amigos?". "Lo que vimos en Brasil con mi compañera Dilma Rousseff, hubiera sido apenas una pelí­cula para niños".

Fernández destacó que el juez que investiga las revelaciones en los Documentos de Panamá es Sebastian Casanello, quien está también a cargo del caso en contra del antiguo socio de negocios de Kirchner, Lázaro Báez, acusado de lavado de dinero y negocios turbios con los Kirchner. "Si cualquier ciudadano compara la actividad, literalmente espectacular y cinematográfica del Dr. Casanello en alguna otra causa, con centenares de allanamientos televisados, casas fotografiadas y hasta perforaciones 'en tiempo real' en medio de la estepa patagónica, le resultara muy difí­cil entender la opacidad y secretismo en la causa 'documentos de Panamá' ", dijo Fernández. Recordó que este juez Casarello es "el mismo que absolvió a Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales, al dí­a siguiente que asumiera como Presidente, sin que a nadie se le moviera un pelo".

Y sin embargo, como destaca Perfil el 29 de mayo, ni siquiera Casanello está a salvo. Macri, "algunos sectores de la judicatura" y de los servicios de inteligencia, creen que no se está moviendo lo suficientemente rápido para probar que Cristina y Báez estaban lavando dinero. Así­ que, Casanello es ahora el blanco de una intensa presión y campaña de rumores, en donde alegan que él y Cristina se reunieron secretamente y acordaron que ella serí­a protegida y se arrojarí­a a Báez a los lobos. La pandilla de Macri estima que Casanello tendrá que ser reemplazado por alguien que enví­e a Cristina a la cárcel, informa Perfil.

Fernández señaló que 'no acostumbro a estar desmintiendo cada una de las barbaridades que cotidianamente se publican", sin embargo, se ve ahora obligada a afirmar que es "absolutamente inaceptable" acusarla de reunirse secretamente con Casanello "a quien no conozco, ni nunca ví­ en mi vida", agregó. "He sido, soy y seguiré siendo objeto de la más feroz campaña de persecución polí­tica mediática y judicial, de la que se tenga memoria en las últimas décadas. Solo comparable a la que sufrieron otros Presidentes, comprometidos con el bienestar del pueblo y los intereses de la Nación, que, desafortunadamente, fueron muy pocos. No me quejo. Sé que es el precio que tenemos que pagar 'los que le hicimos creer' a la gran mayorí­a de los argentinos que tení­an derecho a vivir mejor".