La exageración masiva de los partidos de guerra en los EE. UU. Y el Reino Unido de que China encubrió el "hecho" de que el virus COVID-19 provenía del Instituto de Virología de Wuhan ha recibido un golpe, ya que el 90- La investigación de un día por parte de la comunidad de inteligencia de EE. UU., ordenada por la Administración Biden, no encontró evidencia de que el virus tuviera otra fuente que no fuera la naturaleza. La idea de que una comunidad de inteligencia pudiera determinar tal cosa fue un absurdo desde el principio, pero aparentemente las acusaciones contra China carecían tanto de evidencia que las agencias de inteligencia no quisieron arriesgarse a ser expuestas por llevar a cabo una caza de brujas puramente política, como sucedió con su falsa "prueba" de la connivencia rusa con Donald Trump en las elecciones de 2016.

Algunas acusaciones eran peligrosamente absurdas, como las de Mike Pompeo, quien sugirió que el virus pudo haber sido creado intencionalmente en el laboratorio, y Niall Ferguson, el defensor de restaurar el Imperio Británico, quien presentó evidencia falsa de que China envió intencionalmente personas infectadas a países de todo el mundo.

El informe final de ocho agencias de inteligencia estadounidenses diferentes, publicado al público con algunas redacciones el viernes 27 de agosto, refutó tales tonterías. El informe dice que una de las agencias afirmó tener "modesta confianza" en que el virus provenía del laboratorio, pero que fue puramente accidental. Otras cuatro agencias dijeron que surgió por transmisión natural, aunque tenían "poca confianza" en la conclusión, ya que aún no se ha determinado la fuente real. Tres agencias dijeron que no podían llegar a ninguna conclusión. El informe dice que había "mucha confianza" en que no se trataba de un arma biológica y que el gobierno no tenía ningún conocimiento previo.

La respuesta de China, como se cubrió en un artículo de portada de Global Times , fue ridiculizar la idea de que los expertos en inteligencia, no los científicos, pudieran determinar la fuente del virus. Citando a expertos chinos, el Times dice que la investigación ha "arruinado la autoproclamada ética profesional de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos". También piden a Estados Unidos que "rectifique su actitud anticientífica y lleve a cabo un rastreo de los orígenes en su propio país". [“Informe de la comunidad de inteligencia 'no concluyente' de EE. UU. Sobre la 'falta de confianza' de los orígenes de COVID-19: experto”]

El editorial del Global Times “La politización estadounidense del rastreo de los orígenes de COVID-19 sufre un gran revés”, pregunta: “¿Por qué la comunidad de inteligencia de EE. UU. Ni siquiera logró falsificar pruebas esta vez? Después de todo, ya ha hecho esto antes ". Señalan el "detergente en polvo" que se presentó como evidencia de que Irak buscó obtener armas de destrucción masiva, y Estados Unidos financió a los "Cascos Blancos" para hacer videos falsos acusando a Siria de usar armas químicas contra civiles. Pero, afirman, “Estos trucos son realmente difíciles de implementar contra China. El rastreo de los orígenes de COVID-19 es un problema global importante y la gente está mirando. Además, frente a la farsa viciosa y calumniosa de Estados Unidos, la propia China tiene la capacidad suficiente para identificar la información, defenderse y contraatacar ”.

El editorial protesta enérgicamente por la afirmación del informe de EE. UU. De que China estaba "obstruyendo" la investigación, afirmando: "¿Puede difamar a China evitar que la variante delta se propague en EE. UU.? ¿Puede salvar las más de 600.000 vidas perdidas debido a la ineficaz lucha del gobierno de los Estados Unidos contra la epidemia? ”

Si bien algunos pueden objetar que se trata de "propaganda china", los hechos son claros:

China: 122 852 casos de Covid-19; 5.680 muertes

EE.UU .: 38,158,495 casos de Covid-19; 628.456 muertes

Recuerde que China tiene cuatro veces la población de Estados Unidos.