26/Apr/2024
Editoriales

Lalo González "Piporro", un año más (95)

No cabe duda. Lalo González "Piporro" tení­a un gran cariño por su tierra natal: Los Herreras, Nuevo León. Con gran naturalidad nos dijo en varias ocasiones que su pueblo –el nuestro-- fue antes la capital de Grecia. Sin embargo --explicaba--, al ocurrir la gran hecatombe de la caí­da del Coloso de Rodas y la separación de los continentes, en Atenas quedaron los restos del Partenón y en Los Herreras, Nuevo León, sólo quedó la pura piedra bola.

Comparaba a Los Herreras con Nueva York y Paris. Decí­a que nuestro pueblo eran tan grande como esas famosas ciudades, sólo que menos poblado.

Incluso consideraba que el nombre de Eulalio, que le pusieron sus padres, suena a griego. En tono convincente explicaba las posibles raí­ces de su nombre: Eulalio --nos decí­a-- proviene de Eus que es bien y Laleo, que significa hablado. En resumen es: el bien hablado. Ahora bien, por otra parte consideraba que el nombre es lo de menos, pues el nombre lo hace la persona que lo lleva.

Y tení­a razón. El nombre de Eulalio González, con el Piporro añadido, es un nombre bastante conocido en todo el paí­s y en muchos lugares del extranjero. Con frecuencia, hasta sus últimos dí­as, nuestro personaje continuaba realizando giras por diversas ciudades de México y los Estados Unidos, sobre todo. Sus pelí­culas continúan proyectándose a través de la televisión y son famosas también sus canciones.

Una de estas canciones, la que lleva por tí­tulo "Chulas fronteras", sirvió como tema para el homenaje que el Instituto Coahuilense de Cultura le organizó a este singular personaje originario de Nuevo León. En esa ocasión, nos tocó la fortuna de acompañarlo, al igual que en otros homenajes que se le hicieron en Tijuana, Baja California; Nuevo Laredo, Tamaulipas; Los Herreras y Monterrey.

Estos reconocimientos se sumaron a los que con anterioridad se le hicieron en otras ciudades, como México, Distrito Federal, y Matamoros, Tamaulipas. Se trata de verdaderos homenajes a quien dedicó más de cinco décadas a representar, con alegrí­a y cariño, a los norteños.

Ya hemos dicho que Lalo nació en Los Herreras, Nuevo León, pero nos falta saber cuándo. Cuando se le preguntaba por el año de su natalicio, acostumbraba responder: "yo tengo tres edades: la comercial 48 años, la fisiológica 25... ya para que quieren saber la otra". Luego agregaba: "Tengo todos los años del mundo, pero apenas voy por la mitad".

Lo cierto es que nació el 16 de diciembre de 1921, igual que Beethoven, pero en otro año (1770). El próximo viernes 16 –dentro de dos dí­as-- se cumplen 95 años. Lalo acostumbraba celebrar cada año esta fecha, rodeado de su familia y de sus amigos. Siempre le agradeceremos que nos haya considerado en este cercano grupo. Fue así­ como conocimos a otros grandes actores y compositores, todos ellos amigos de Lalo.

LEVANTEMOS LA COPA

POR UN Aí‘O MíS

En los últimos años de su vida, escribió un poema que leyó en uno de sus cumpleaños. Se titula "Uno más" y dice así­:

"En unión de los amigos/ Hoy celebro mi cumpleaños/ ¿cuántos van?.../ ¡tantos han sido¡/ no tengo por que ocultarlo/ serí­a negar lo vivido / Ni recompensas ni daños/ Han podido francamente/ lograr en mi mente cambio / buenos y malos momentos/ de largo por mí­ pasaron/ Esclavo o Rey consentido/ Triunfador o fracasado/ puedo ufanarme al decirlo/ tal vez por afortunado/ salva todo desafí­o/ ¿Qué es lo que ahora espero?/ Tan sólo seguir viviendo/ Disfrutando dí­as nuevos/ Y el bello acontecimiento/ De brindar con los que quiero/ ¡... Ustedes los que vinieron...!/ y siempre me acompañaron/ en una fiesta como esta/ por eso ahora confieso/ mi sentimiento brotado/ Y después de lo expresado/ por qué no todos conmigo / nuestra copa levantamos/ no hay duda que siempre el vino/ sabe mejor ¡por callado!"

Más importante que los años que tení­a, fue lo que hizo en esos años. Quienes le conocí­an desde joven recuerdan que se inició en la radio en los años cuarenta. Ya antes habí­a sido estudiante de Medicina, carrera que no concluyó. Cursó luego la especialidad de Contador, la cual no llegó a ejercer.

LALO ESTUVO EN

"EL PORVENIR"

Su vocación era otra. En la búsqueda de nuevos caminos, incursionó en "El Porvenir", este periódico decano de los diarios regiomontanos. Posteriormente fue locutor en la XEMR, en la XET y en la XEFB, todas estas estaciones de radio de la ciudad de Monterrey. Después pasó a la XEW en la ciudad de México.

El personaje de "El Piporro" surgió cuando participó junto con el í­dolo Pedro Infante en la pelí­cula "Ahí­ viene Martí­n Corona". El joven Lalo hizo entonces el papel de un personaje sesentón, cuando apenas tení­a 28 años de edad.

Esta pelí­cula le abrió las puertas del cine. Lo demás corrió ya por su cuenta. Con talento y con esfuerzo dedicó su creatividad a la actuación, a la composición de canciones que él mismo interpretó y a la elaboración de los guiones de sus propias pelí­culas.

UN ARTISTA

MUY COMPLETO

Un artista tan completo pronto habrí­a de colocarse en un primerí­simo lugar en el cine, en donde hizo pelí­culas como "Chulas fronteras", "El Rey del Tomate", "Torero por un dí­a", "El Bracero del Año" y "La Valentina", entre otras. En esta cinta, compartió estelares con la actriz Marí­a Félix.

Actuó también al lado de Pedro Armendáriz, Andrés, Domingo y Fernando Soler, Luis Aguilar, Arturo de Córdoba, Rosita Quintana, David Reynoso, Julio Aldama, Joaquí­n Cordero, Ana Bertha Lepe, Lilia Prado, Lola Flores, Agustí­n Lara, David Reynoso, Lucha Villa, Roberto Cañedo y José Elí­as Moreno.

Era, además, compositor de canciones, como "El Taconazo", "Chulas Fronteras" y "Don Baldomero". También escribió interesantes argumentos para sus propias cintas, tales como "El Rey del Tomate", "Héroe a la Fuerza", "Torero por un Dí­a", "El Bracero del Año", "Los Tales por cuales", "La Valentina", "Que hombre tan sin embargo" y "El Pistolero Desconocido".

Hace 13 años, en el 2003, nuestro amigo falleció y fue acompañado en un homenaje popular en el Teatro de la Ciudad en Monterrey, así­ como en las Capillas "Benito M. Flores" y en una misa de cuerpo presente en la Catedral de Monterrey. Sin embargo, su figura y su ejemplo seguirán presentes en sus canciones y pelí­culas y, sobre todo, en el recuerdo de sus familiares y de sus amigos.

CUANDO VUELVA

YO A MI PUEBLO

Como un homenaje en este aniversario, queremos recordar aquí­ uno de los poemas que dedicó a su pueblo, nuestro pueblo: Los Herreras, Nuevo León y que se titula "Cuando vuelva yo a mi pueblo":

"Cuando vuelva yo a mi pueblo,/ como antes quiero verlo/ y pedirle que me mire/ con los ojos del recuerdo./ Si de mi nada le cuentan/ y de él poco me dicen/ adivinen lo que sienta/ cuando llegue y lo divise./ Quiero ver la misma calle,/ aquella esquina, con la/ huella de mis pasos todaví­a/ no hacer caso si los años o la vida/ marchitaron su semblanza tan querida./ Yo también llevo en mis sienes/ pelo nevado, por el tiempo que/ he abrigado la esperanza de volver. Cuando vuelva yo a mi pueblo,/ como antes quiero verlo."

El tiempo ha pasado. La imagen de cuerpo entero de Lalo permanece en la Gran Plaza de Monterrey y en la plaza principal de su pueblo natal: Los Herreras, Nuevo León, ahí­ donde le gustaba a él estar: muy cerca del kiosco, junto a la Casa de la Cultura y junto a la gente, en una hermosa escultura de Cuauhtémoc Zamudio.

La gente pasa, pero la obra y sus recuerdos quedan.