Espectáculos

Las principales series de TV ganan espacio en los museos de EEUU

Washington - La televisión vive una nueva era dorada y sus programas más aclamados son exhibidos en los museos de Estados Unidos, que muestran en sus prestigiosos espacios la cultura popular con la esperanza de atraer visitantes más jóvenes y diversos.

En la capital estadounidense, la National Portrait Gallery alberga los retratos de todos los grandes lí­deres del paí­s: George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y... ¿Francis Underwood?

Underwood, el malicioso presidente de ficción de la serie de Netflix "House of Cards" encarnado por el actor ganador del Oscar Kevin Spacey, aparece sentado con las piernas cruzadas en su escritorio, en la Oficina Oval, por supuesto.

La obra hizo su debut la semana pasada y será exhibida hasta octubre. La exhibición coincide con el lanzamiento de la cuarta temporada de este drama polí­tico, el viernes.

"Estoy un paso más cerca de convencer al resto del paí­s de que yo soy el presidente", bromeó Spacey el dí­a en que el retrato fue develado.

¿Por qué un museo cuenta con un personaje ficticio de TV?

"No solo refleja el impacto de la cultura contemporánea popular en la historia de Estados Unidos, sino que también ejemplifica la tradición de bellas artes de los actores retratados en sus papeles", explicó la directora de la National Portrait Gallery, Kim Sajet.

El Museo Nacional de Historia Estadounidense, también en Washington, dio una similar explicación cuando agregó objetos icónicos de la serie de televisión de culto "Breaking Bad" a sus colecciones en noviembre pasado.

El traje protector amarillo y el sombrero negro usados por Walter White, un tí­mido profesor de quí­mica que se convierte en un jefe del tráfico de drogas, no serán mostrados al público hasta una exhibición sobre cultura estadounidense planeada para 2018.

Pero los fans que no quieran esperar tanto pueden visitar una nueva exhibición en el Mob Museum en Las Vegas que contiene el traje protector y la máscara que White, encarnado por el ganador del Emmy Bryan Cranston, usaba al preparar metanfetaminas.

Otras sensaciones de la pantalla chica presentadas en museos estadounidenses incluyen ropa de comienzos del siglo XX usada por los aristocráticos personajes y sus sirvientes en "Downton Abbey" en el Driehaus Museum de Chicago, que se mostrará al público hasta el 8 de mayo.

El año pasado hubo dos exhibiciones de "Mad Men" en el Museum of the Moving Image de Nueva York que coincidieron con los episodios finales del aclamado programa sobre un narcisista ejecutivo publicitario y vida familiar en la década de 1960.

- "Nuevas, más jóvenes y más diversas" -

"No hay nada sorprendente al ver la influencia de la televisión" en los museos estadounidenses, dijo Dustin Kidd, un sociólogo de la Temple University in Pensilvania.

El autor del libro "Pop Culture Freaks" dijo a la AFP que el paí­s tiene numerosos museos dedicados a las pelí­culas y la TV y que la "influencia de la televisión en el arte norteamericano es tan vieja como la televisión en sí­".

Pero Vera Zolberg, socióloga de New School, una universidad de Nueva York, dijo que la presentación de series televisivas "bien puede ser" una nueva tendencia.

Zolberg comparó ese fenómeno con las visitas nocturnas a los museos. Ahora rutinariamente se ofrece esa opción, que "nadie se habrí­a imaginado" hace algunos años.

Peggy Levitt, socióloga en el Wellesley College en Massachusetts, dijo que las exhibiciones de cultura popular se están extendiendo a medida que los museos comprenden la necesidad de cambiar sus prácticas para llegar a "audiencias nuevas, más jóvenes y más diversas".

"Hay un creciente reconocimiento en este paí­s de que la gente dentro de los museos no luce como la gente afuera de ellos", señaló Levitt.

Un estudio de 2010 de la Asociación Estadounidense de Museos mostró que los norteamericanos blancos son el 69% de la población, pero constituyen el 79% de los visitantes de los museos.

En cuanto a negros e hispanos, el estudio predijo que en 25 años serí­an el 46% de la población estadounidense, pero solo el 9% de los visitantes.

"Los museos tienen que cambiar lo que hacen y llegar a audiencias más diversas si quieren sobrevivir y crecer en el siglo XXI", dijo Levitt.

Explicó que algunos de los establecimientos están cambiando sus muestras, que son ahora más coloridas o comprenden textos descriptivos más breves para ampliar su público.

"Es otro tiempo, eso significa poner en exhibición graffitis, personajes de libros de cómics o al presidente Underwood", indicó Levitt.

"No veo ninguna amenaza en esto, la Mona Lisa no se irá a ninguna parte", agregó.