Enero 9 de 1864: llega a Saltillo el presidente Benito Juárez para establecer en esa ciudad su gobierno, en virtud de que las tropas imperialistas de Maximiliano de Habsburgo habían tomado la ciudad de México. 

Juárez tomó la sabia decisión de llevarse la Presidencia de México a un periplo en forma itinerante por el interior del país, para que los invasores franceses no se hicieran del poder real, y para su tranquilidad, Juárez se hizo acompañar durante su peregrinaje de varios de sus principales colaboradores. 

El ilustre jefe de las instituciones republicanas permaneció en Saltillo hasta el día 2 de abril, es decir, durante casi tres meses. Después de despachar en esa hermosa ciudad, el presidente Juárez vino a Monterrey, llegando al día siguiente de su salida, es decir, el día 3 de abril de 1864, y desde este rincón de la patria estuvo presidiendo la República Mexicana hasta el día 15 de agosto del mismo año. En Monterrey, Juárez tuvo la delicadeza e inteligencia de acercarse a personajes muy interesantes, como lo eran José Eleuterio González ‘Gonzalitos’, Simón de la Garza Melo, José María Benítez y Pinillos, además de los líderes políticos Lázaro Garza Ayala y Manuel Z. Gómez.