06/May/2024
Editoriales

Los profesionales tramposos

Hoy se elige al presidente, o presidenta, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través de una elección interna entre cinco de sus once integrantes. Quien obtenga seis votos de sus homólogos, será el titular de uno de los tres Poderes que gobierna al país, y como se sabe, la lucha es fuerte porque el Poder Ejecutivo quiere hacer triunfar a la ministra Yasmín Esquivel.

El problema de ella es que se cuestiona su tesis profesional pues para obtener la licenciatura de la UNAM se dice que la plagió a otro estudiante, llamado Edgar Ulises Báez quien se tituló un año antes que ella.

Si eso se comprueba sobrevendrá una catástrofe jurídica porque se debe invalidar su título y por ende su nombramiento como ministra de la SCJN, derivando en la anulación de sus actos como autoridad judicial.

Es vergonzante que a esos niveles se discuta este tema que exhibe a México como un país de tramposos. Si quien aspira a ser titular del Poder Judicial Federal, es decir quien aplica la legalidad en la vida nacional, hizo trampa para obtener su título de abogada, estamos realmente mal. Muy mal. 

El grado de avance de un país depende en buena medida de la calidad de sus profesionales, y hablar de calidad es hacerlo de, entre otros rubros, la legalidad. 

México se ubica en el sitio número 53 porque el 12 porciento de sus estudiantes son calificados con grado de excelencia. 

En el lugar número uno está Finlandia con el 53% de estudiantes en el nivel de excelencia;  

luego, Canadá con el  51%. Después, Israel con 46%; Japón con 45%; Estados Unidos con 42%; Nueva Zelanda con 41%; Corea del Sur con 40%; Reino Unido con 38%; Noruega y Australia, ambas con el 38%; e Irlanda con el 37%. Con el 23%, España se ubica en el sitio 39. Las calificaciones de los estudiantes son determinadas por las universidades en donde presentaron sus exámenes y demostraron la legalidad de sus documentos escolares.  

Aunque Finlandia encabeza la lista, el porcentaje mayor de graduados con calidad de excelencia, no estudiaron en las universidades finlandesas sino en las de Inglaterra y Francia. 

En cambio, Estados Unidos tiene las primeras seis universidades en grado de excelencia, pero de sus graduados con excelencia, el 51% son foráneos. México está al revés que EU: el 68% de sus graduados excelentes estudió en el extranjero.

Pero no es el caso de Yasmín Esquivel quien estudió en la UNAM y eso arrincona al Estado Mexicano porque aceptar el fraude escolar es hundirnos en el basurero de los países de menor calificación, pero no hacerlo obviando hasta las declaraciones del propio alumno Báez significa la ruina moral de nuestra máxima casa de estudios en el país.  

Hoy nos jugamos el futuro de nuestros descendientes que competirán con los profesionales egresados de las universidades de las demás naciones. Y nunca será lo mismo hacerlo en igualdad de circunstancias que traer cargando un desprestigio de ser un profesionista tramposo.

FUENTES:                                                                                                                                                         

UNESCO     

Stavenhagen, R (1998): Educación para el cambio y el compromiso social e internacional. III Simposium internacional Educación para el siglo XX, París.        

Tiana, A. (1998): “Evaluación de la calidad de la educación: Modelos e indicadores”. En Biblioteca Virtual de la OEI.