John Wesley (1837 – 1920) inventó durante la segunda mitad del siglo XIX, un nuevo material al que llamó celuloide por estar hecho a base de nitrato de celulosa. Sus versátiles propiedades de flexibilidad, transparencia y resistencia a la humedad, le dio muy pronto un prestigio en la industria. Entre las más importantes aplicaciones está la fotografía, la fabricación de juguetes y en la cinematografía. Es por ello que a las películas se les llama celuloide. Cuando llegaron a México país los juguetes de celluloid, el argot mexicano quiso suavizar la palabra y terminó siendo el “sololoy”. Desde luego que en el diccionario español no aparece el término, y fuera de México, mucho menos existe. Pero aquí en nuestro país nos gusta distorsionar o mexicanizar lo que queda nebuloso en la mente de los escuchas. Así que de la época a la que me he referido, con este término hay hasta poesías y canciones que hablan de una muñequita de sololoy, refiriéndose a una mujer de gran atractivo.