02/May/2024
Editoriales

El Oscar de la desilusión

En 1927, quien presidía la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Jóligud, Louis B. Mayer, concretó una idea que alboreaba en su mente: premiar anualmente a las películas, directores y actores más destacados.

 Se lo comentó al director artístico Cedric Gibbons quien sabía de diseño, y le hizo un anteproyecto ‘a botepronto’ durante una comida en el hotel Biltmore.

 Dibujó en el mantel de la mesa una figura de hombre desnudo con una espada entre las manos que le encantó a Mayer, quien contrató al escultor George Stanley para que realizara una figura de 35 centímetros de alto, con un peso de 3 kilos y medio, hecha de estaño bañado en oro, que se entregó por primera vez el 4 de mayo de 1927.

 Este premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas fue bautizado como “El Oscar” porque Margaret Herrik, la bibliotecaria de la Academia, quien llegaría a ser presidenta de esa Institución, dijo al verla: “se parece a mi tío Oscar” 

 En las 94 ceremonias celebradas para entregar la codiciada estatuilla se ha visto de todo: artistas y directores que aprovecharon la cobertura de los medios para enviar un mensaje de corte político; algunos que lloraron, otros que fingían sorprenderse, pero a la hora de recibirlo ya traían discursos súper elaborados y ensayados.

 Incluso, unos cuantos no han querido recibirlo en protesta por algo.  

 Sin embargo, no se había visto que un recipiendario, o aspirante a serlo en ese momento, irrumpiera en el podio para darle un descontón al presentador.

 Ahora el actor Will Smith golpeó en el rostro, por haber bromeado con la alopecia de su esposa Jada Pinkett, al también actor Chris Rock, quien era el presentador invitado en la entrega de los Óscares.

 No importa lo que haya dicho Rock, ni el arrepentimiento lacrimógeno de Smith cuando recibió El Oscar, la realidad es que se envió una mala señal a los millones de televidentes porque un evento social de categoría se convirtió en un remedo de zafarrancho michoacanesco sin armas de fuego.

 La otra desilusión fue ver al héroe de películas de acción, que ha triunfado en un ring, en guerras contra extraterrestres y frente a monstruos, que ni siquiera con la ventaja de la sorpresa, pudo hacerle cosquillas a Chris Rock, quien libró bien el trance.

 

Ya no hacen como antes a los óscares…