Editoriales

La compra de votos

Carlos, el hijo de Juana La Loca y Felipe el Hermoso, alcanzó en 1519 a ser rey en 17 lugares distintos al mismo tiempo. Eran Diez y siete coronas entre: heredadas, conquistadas y compradas, le convirtieron en el emperador de Europa.

 

En España era Carlos I, y en Alemania, Carlos V. Pero era el mismo Carlos, que implantó la Casa de Habsburgo. Para hacerse emperador de Europa, en Francfort convenció con dos toneladas de oro a los electores del Sacro Imperio.

 

Sus acreedores respondían a los nombres de Fugger y Welser, banqueros alemanes; así como Fornari y Vivaldo, banqueros genoveses; más el florentino Gualterrotti, quienes se convirtieron en sus amos. Apenas tenía 19 años y ya batallaba con la deuda externa de su gobierno. Las mañas de comprar elecciones no son nuevas, como tampoco es novedad que los banqueros sean el poder detrás del trono.