19/Apr/2024
Editoriales

Mussolini, de bajada

En la conferencia de Casa Blanca entre Roosevelt y Churchill se acordó retrasar un año el desembarco en Francia para acometer un desembarco en Sicilia, pues se trataba de exterminar el fascismo italiano y el frente del Africa oriental italiana para liberar las tensiones en el Pacífico.

Así se hizo, se desembarcó en Sicilia con la “Operación Husky” que incluyó la ocupación de Malta, un punto militar estratégico, pues el armamento de Mussolini era débil al no tener ni aviones ni armada poderosa. Este golpe desanimó a los italianos que querían que ya la guerra finara, por lo que Mussolini se volvió impopular, al igual que Hitler. Se dividió el partido fascista y a pesar de que la mayoría no quería más guerra, Mussolini sacó su autoritarismo y convocó a un nuevo gobierno. Pero al plantearlo, el Gran Consejo fascista no lo aceptó y se destituyó al Duce.

El rey Víctor Manuel III declaró ilegal al gobierno fascista y se arrestó a Mussolini. El gobierno fue tomado por Badoglio –ex ministro de defensa y jefe de Estado Mayor que planeó la paz con los aliados. Musssolini fue trasladado a la isla La Maddalena y de ahí al Campo Imperatore en el Gran Sasso. Sin embargo, Hitler con la excusa de liberar a Mussolini, invadió Italia avanzando rumbo a Roma donde la Wehrmacht fue detenida por los aliados. Pero Hitler colocó a Mussolini aparentemente al frente del gobierno, sin embargo, eran los alemanes quienes realmente mandaban. Mussolini declaró en septiembre la reconstrucción del partido fascista llamándolo Partido Fascista Republicano. Pero la presencia de Mussolini terminó por provocar una guerra civil que partió en dos a Italia.

Al norte, la república Socialista italiana, dirigida por Mussolini conocida como República de Saló. En el sur continuó el régimen monárquico dirigido por Madoglio, pero el rey Víctor Manuel que estaba muy desprestigiado hubo de abdicar a favor de su hijo Humberto II, quien se declaró “protector de Italia”. El pueblo italiano de la república de Saló inició las guerrillas para oponerse al régimen. Así que el desembarco en Salerno y en Anzio, más la caída de Roma, obligó a la renuncia de Badolglio fue el inicio del fin. Las guerras de posiciones concluyeron cuando en 1945 los partisanos italianos encontraron a Mussolini escondido en Milán, lo detuvieron y de inmediato lo fusilaron  en el Lago de Cómo dejándolo colgado boca abajo con sus seguidores y su amante. Humberto II aceptó un plebiscito para determinar si Italia sería república o monarquía y ganó la república por lo que el rey salió del país con toda la casa de Saboya. Y Mussolini pasó a la historia.