Internacional

India despliega la alfombra roja para Trump, pero sin grandes acuerdos a la vista

India recibirá el lunes por todo lo alto al presidente estadounidense Donald Trump, con un baño de masas en un estadio de críquet y un atardecer en el Taj Mahal, una visita que tiene lugar en un contexto de tensiones comerciales entre ambos países.

Este viaje será la ocasión para que el mandatario estadounidense y el primer ministro indio, Narendra Modi, demuestren su buena sintonía en el plano personal, a pesar de los desacuerdos por sus respectivas posiciones proteccionistas.

"No somos muy bien tratados por India, pero resulta que aprecio mucho al primer ministro Modi", declaró esta semana el inquilino de la Casa Blanca antes de su primer viaje oficial a este país de 1.300 millones de habitantes.

En su visita de dos días, en la que estará acompañado de su mujer Melania, el multimillonario republicano viajará primero al Gujarat (oeste), rico estado del que es oriundo Modi y en el que el nacionalista hindú gobernó hasta su ascenso al frente de la nación en 2014.

El magnate inmobiliario y el hijo de un vendedor de té mantendrán el lunes en Ahmedabad una reunión conjunta ante más de 100.000 personas en el estadio de críquet más grande del mundo, inaugurado para la ocasión.

Con este evento, titulado "Namaste Trump" ("Buenos días Trump", en hindi), Modi le devuelve el favor al presidente estadounidense por un gran mitin similar celebrado entre ambos, "Howdy Modi", en Houston (Texas) en septiembre.

Donald Trump se dirigirá por la tarde al Taj Mahal, emblemático mausoleo de mármol blanco construido en el siglo XVII por el emperador mogol Shah Jahan y obra maestra de la arquitectura indo-persa. Su viaje culminará el martes con entrevistas en Nueva Delhi.

Más allá de los problemas puntuales de la relación bilateral, India representa a largo plazo un aliado estratégico para Estados Unidos en Asia, en quien ve un posible contrapeso al auge de China en la región.

- Represalias comerciales -

Además de su pulso comercial con Pekín, la administración Trump puso fin el año pasado a las ventajas arancelarias a las importaciones procedentes de India, con el argumento de que las empresas estadounidenses no tenían a cambio suficiente acceso al mercado indio, históricamente proteccionista.

Este sistema permitía al gigante del sudeste asiático enviar cada año exportaciones a Estados Unidos por cerca de 6.000 millones de dólares, sin pagar aranceles.

Como represalia, India, a la que Trump apoda "rey de los aranceles", cerró la entrada a decenas de productos provenientes de Estados Unidos.

En los últimos meses, responsables indios y estadounidenses negocian paso a paso un acuerdo comercial. Sin embargo, ante la ausencia por ahora de un entendimiento, no habrá anuncios importantes durante la visita de Estado del presidente estadounidense.

"Como no han logrado llegar a un acuerdo comercial, el primer ministro Modi se esforzará para ofrecer algo a Trump, en este caso una espectacular visita", analiza Tanvi Madan de la Brookings Institution.

Los dos dirigentes deberán firmar el contrato de compra por parte de Nueva Delhi de helicópteros militares estadounidenses por un total de 2.400 millones de dólares. Aunque Rusia, socio tradicional de India desde la época de la Guerra Fría, sigue siendo el principal proveedor de material militar del segundo país más poblado del planeta.

India compró en 2018 sistemas de defensa antiaérea S-400 a Moscú, lo que irritó a Washington, que prohíbe la compra de armas internacionales a Rusia. Sin embargo, la administración estadounidense no anunció sanciones económicas para India por esta transacción.

De manera general, Nueva Delhi "ha lidiado con Trump mucho mejor que aliados clave de Estados Unidos como Japón, Australia y otros países de Europa occidental", estima Harsh V Pant, experto del Observer Research Foundation y profesor de relaciones internacionales.