Abril 27 de 1867: Día del Soldado de Fila. Reporta el soldado Damián Carmona en las afueras de la Ciudad de Querétaro -con tranquilidad, gallardía y eufórico del patriotismo que le caracterizaba- a su superior: ¡Cabo de Guardia, estoy desarmado! Esa noche Carmona estaba de guardia, y hubo un ataque sorpresivo en su contra con los resultados ya comentados, durante el Sitio de Querétaro que encabezaba nuestro paisano Mariano Escobedo, quien había puesto un cerco al emperador Maximiliano de Habsburgo.

A Carmona, cumpliendo con las órdenes recibidas de hacer guardia, le estalló a unos metros de distancia una granada enemiga, tan cerca que sus fragmentos le destrozaron el fusil, por lo que, inmediatamente fue a reportarse para que lo rearmaran y regresar al combate. Por este acto de valentía, el ejército nacional rinde homenaje en este día al Soldado de Fila. Damián Carmona era un potosino, indio guachichil, que formaba parte del 5º Batallón de Infantería bajo las órdenes del capitán José C. Verástegui. Al saberse su serenidad ante el peligro, Damián Carmona fue ascendido a Cabo.