Marzo 8 de 1910: Celebración mundial del Dí­a Internacional de la Mujer. El antecedente histórico más serio se encuentra en Stuttgart, Alemania, el año de 1907, cuando se reunió un importante grupo de obreras que eran apoyadas por la Internacional Socialista, demandando mejores condiciones laborales para la mujer.

Después, el 8 de marzo de 1910, reunidas en Copenhague, Dinamarca, representantes de 17 paí­ses acordaron por unanimidad, celebrar el Dí­a de la Mujer esa fecha, el 8 de marzo, al tiempo que redactaron y publicaron un llamado a los dirigentes del mundo a la suspensión de las actividades bélicas. Allí­ surge la figura grande de Clara Zetkin, lideresa natural que declara la intención de ese grupo de mujeres activistas en pro de la igualdad laboral. Clara Eissner –nombre que modifica a Clara Zetkin al contraer matrimonio- elige para encauzar su lucha el sistema polí­tico más revolucionario de su tiempo: el socialismo. A ella se deben muchos de los grandes avances en materia de igualdad que ha alcanzado la humanidad. Esta valiente mujer nace en Wiedenau, del extinto Imperio Alemán en el año de 1857. Desde niña es contestataria al maestro, al amigo, y a su propio padre cuando ve el trato diferenciado con los miembros varones de su familia.

En Leipzig estudia para ser maestra, y contacta a las juventudes del Partido Socialdemócrata alemán, para luego relacionarse intensamente con los revolucionarios rusos, entre los que conoce a quien serí­a su esposo, el exiliado ruso Ossip Zetkin. Es en 1881 cuando Clara Zetkin se auto exilia reaccionando a la prohibición del Partido Socialdemócrata por Bismarck, y pasa la mayor parte de la década en Suiza y Parí­s. Allí­ escribe y distribuye literatura clandestina, y es donde conoce a varios lí­deres socialistas internacionales. Aprovecha su amistad personal con el propio Lenin y con la famosa activista revolucionaria Rosa Luxemburgo, para organizar en 1915 la primera conferencia internacional de mujeres contra la Primera Guerra Mundial. Como si lo hecho no fuera suficiente, una renovada Zetkin impulsa y es cofundadora de la Liga Espartaquista en 1916 y se suma al nuevo Partido Comunista de Alemania en 1919 y llega a ser miembro del Comité Central y del Reichstag o parlamento federal, como diputada desde 1920.

Sin embargo, el Reichstag es incendiado en 1933, por lo que Clara Zetkin, con 76 años de edad a cuestas, se exilia de nuevo, esta vez en la Unión Soviética, donde muere el 20 de junio de 1933 en la capital de la URSS. Sin embargo, a partir de ese momento se expande la lucha por los intereses femeninos en todos los ámbitos, comenzando por el laboral, pero abarcando los derechos polí­ticos que nunca habí­an sido reconocido a las féminas quienes ni votar podí­an, menos ser votadas. En México, desde 1926 se celebra el Dí­a Internacional de la Mujer con el antecedente que el Primer Congreso Feminista se realizó en 1916 en Yucatán. El presidente Plutarco Elí­as Calles (1924-1928) convocó a una reunión en el Palacio de Bellas Artes, quedando ese recinto como "oficial" para celebrar este motivo anualmente, hasta la década de los años cuarenta del siglo XX. Ya hemos comentado en este espacio en otras oportuunidades cómo la mujer ha avanzado en derechos y responsabilidades en México. La legislación actual obliga a que en la vida polí­tica haya la mitad de mujeres en las candidaturas a puestos de elección popular, teniendo además prioridad en jurisdicciones donde existan antecedentes y posibilidades de éxito electoral. Mujeres como las nuevoleonesas Margarita Garcí­a Flores y Marí­a Elena Chapa, han emancipado a las mexicanas que hoy por hoy dan a nuestro paí­s mayor representatividad en los diversos campos del desarrollo. Feliz Dí­a, a las mujeres del mundo, y especialmente a las nuevoleonesas que participan activamente en la formación de su familia, así­ como en las actividades sociales, polí­ticas y económicas.