20/Apr/2024
Editoriales

…Y se hizo el nuevo mundo del comercio

 

Los comercios de mostrador y mercancía escondida quedaron de un plumazo fuera del mercado. Todo porque un tipo que tenía un comercio en Utica, del estado de Nueva York tuvo la idea estrenada un sábado de febrero de 1879, de abrir con dos novedades su tienda: toda la mercancía valía 5 centavos, y el cliente podía meterse hasta donde estaba el anaquel con la mercancía. Había eliminado el mostrador, y claro, llevaba dos días anunciando con volantes lo que sucedería el sábado.

A decir verdad, no fue un éxito total el primer día, pero la voz se corrió y Frank Woolworth había revolucionado el comercio. Toda la propaganda que requirió de allí en adelante, fue colocar un letrero que decía: “Todo a 5 centavos”. Perfumes, plantas, ropa y artículos de ferretería fueron los más comprados y en un mes, sus volúmenes de ventas eran increíbles por lo que a menos de un año, sus resultados económicos cambiaron drásticamente, pues de tener una deuda de 315. 41 dólares, ahora tenía utilidades netas por 1,516. 6’ dólares. Es que las compras masivas le permitían comprar más barato y ofrecer una mayor variedad de artículos. Luego abrió otra línea de productos de 10 centavos, y Woolworth pudo así cuadruplicar su oferta comercial. Para 1912 le sobraban ofertas de inversionistas que querían ser parte del negocio, y creó la empresa F W Woolworth Company. Claro que la idea fue copiada por otros, pero la fama de ser el primero le permitió a Woolworth abrir tiendas en todo Estados Unidos, y desde 1909 ya tenía una tienda en Liverpool. Para 1913, ya se había erigido el edificio de Woolworth en NY, diseñado por el famoso arquitecto Cass Gilbert, quien se esmeró en levantar el edificio más alto del mundo en su época. El negocio de tiendas comerciales dejó de ser lo que era, gracias al genio e ingenio de Frank Woolworth.