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Cohen, Trump y los sueños de una torre en el centro de Moscú

WASHINGTON — El sorpresivo acuerdo de culpabilidad suscrito con el exabogado del presidente Donald Trump dejó en claro que los fiscales creen que Michael Cohen proseguía con el proyecto de la Torre Trump de Moscú semanas después de que su jefe consiguiera la candidatura republicana a la presidencia, mientras los rusos _creen los investigadores_ se entrometían en las elecciones de 2016 en apoyo a Trump.

En su declaración de culpabilidad entregada el jueves, Cohen confesó que mintió al Congreso sobre el acuerdo inmobiliario en Moscú y que negoció en nombre de Trump durante el apogeo de la campaña republicana para los comicios de 2016. Dijo que mintió para ser coherente con los “mensajes políticos” de su entonces jefe.

Trump insistió repetidamente durante la campaña en que no tenía negocios en Rusia.

Cohen relató que analizó la propuesta con Trump en varias ocasiones y con miembros de la familia del ahora presidente, según los documentos presentados por el fiscal especial Robert Mueller, que investiga la injerencia rusa en las presidenciales y su posible coordinación con el equipo del republicano. Cohen reconoció que consideró viajar a Moscú para estudiar el proyecto.

En los documentos judiciales no se establece un vínculo claro entre las mentiras de Cohen y la pregunta central de Mueller, de si el equipo de campaña de Trump se alió con Rusia. Nada de lo dicho en la corte el jueves, o en documentos asociados, apuntó a la posibilidad de si Trump o sus asesores dieron instrucciones al abogado para que mintiera ante el Congreso.

Durante décadas, Trump soñó con construir una Torre Trump en el centro de Moscú, un plan que surgió y se esfumó varias veces con el paso de los años, más recientemente cuando su campaña presidencial cobraba fuerza.

Ese último proyecto llevó a Cohen, abogado de Trump durante largo tiempo, a declararse culpable el jueves de un cargo presentado por el fiscal Mueller. Cohen reconoció que le mintió al Congreso sobre detalles clave en las negociaciones para el rascacielos en Moscú, en particular que dichas conversaciones se extendieron mucho después del inicio de la campaña presidencial de Trump de lo que se pensaba, hasta junio de 2016.

Ante los reporteros el jueves, Trump refutó la cronología planteada por Cohen e insinuó que su exabogado estaba diciendo a los fiscales lo que estos querían escuchar para salvar su propio pellejo. En cuanto al fracaso del trato más reciente, el mandatario dijo que él mismo tomó la decisión por una razón principal.

“Fue muy sencillo”, comentó. “Estaba muy enfocado en postularme para presidente”.

Trump, que está en Argentina para asistir a la cumbre del G20, criticó el viernes la investigación en la que Cohen se declaró culpable. En un tuit, el presidente recordó que “vivía felizmente mi vida” como promotor inmobiliario antes de presentarse al cargo tras ver al “país yendo en la dirección contraria (por decirlo suavemente)”.

“Contra todo pronóstico”, continuó, “decido presentarme a presidente & continuar gestionando mis muy legales y buenos negocios, hablé de ello en la campaña. Apenas consideré hacer un edificio en ningún lugar de Rusia. No puse dinero, ni garantías y no se hizo el proyecto ¡Caza de brujas!”.

Los planes de Trump para una Torre Trump en Moscú se remontan a 1996, cuando el futuro presidente visitó la capital rusa para revisar sitios de construcción en un terreno que estaba siendo desarrollado por una compañía estadounidense.

La idea fracasó, junto con los planes de remodelar el deteriorado Hotel Moskva, ubicado junto al Kremlin, pero el magnate inmobiliario planteó la posibilidad de una “torre residencial de lujo” con su nombre en otros sitios que visitó durante su estancia de tres días en la ciudad.

“Lo de Moscú va a ser enorme”, comentó Trump a la revista Playboy durante una entrevista en 1997.

Trump retomó la idea en 2013 durante una visita a Moscú como propietario del certamen Miss Universo. Posteriormente dijo que había hablado sobre la idea con Aras y Emin Agalarov, un equipo ruso formado por padre e hijo para desarrollar bienes raíces, cercano al presidente ruso Vladimir Putin. Trump supuestamente exploró un posible sitio, pero el plan volvió a quedar en el limbo.

Resurgió en octubre de 2015, cuando Andrey Rozov, un desarrollador inmobiliario ruso poco conocido, firmó una carta de intención enviada por Cohen para avanzar en la construcción de una Torre Trump que tendría 250 condominios de lujo, no menos de 15 pisos de habitaciones de hotel, espacio para comercios y oficinas, un gimnasio y un spa Ivanka Trump.

Al igual que los proyectos anteriores, las labores con Rozov pronto se vinieron abajo.

De acuerdo con el testimonio de Cohen en 2017 y su acuerdo de culpabilidad, las negociaciones con Rozov se estancaron y dos socios de Trump _Cohen y Felix Sater_ recurrieron a aliados de Putin para impulsar el proyecto.

Cohen dijo a los investigadores del Congreso el año pasado que había enviado un correo electrónico en enero de 2016 a Dimitri Peskov, el portavoz de Putin. Cohen le comentó a la comisión que no había recibido una respuesta de Peskov y el acuerdo para la torre se vino abajo a fines de ese mes.

Sin embargo, según el nuevo testimonio de Cohen ante los fiscales, el plan para la torre siguió siendo viable incluso hasta junio de 2016, luego de que Trump había vencido a sus rivales presidenciales republicanos y organizaba su campaña electoral frente a Hillary Clinton.