19/Apr/2024
Editoriales

PRODUCTIVIDAD LABORAL SE DESPLOMA Y LOS CEL Y LAPS AYUDAN A ESO:OCDE

Un nuevo estudio de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD, por sus siglas en inglés) sobre la productividad laboral en el mundo contiene resultados muy impactantes, que indican cuál "paradigma", el de China o el de las naciones trasatlánticas, deberí­a "fijar las normas" para las inversiones y el comercio internacionales. Estos resultados no respaldan la afirmación de Barack Obama para abrogarse el derecho de fijar las normas económicas y comerciales; más bien favorecen a ese paí­s en donde, según las palabras de Obama "un montón de gente anda haciendo cosas".

El estudio de la OECD, preparado para su conferencia internacional sobre productividad laboral que empieza hoy en Parí­s, encontró que la productividad laboral bruta —es decir, el PNB dividido por horas de trabajo— habí­a crecido a mucho menos de un 1% al año en la década del 2004-2014 en Estados Unidos, en la mayorí­a de los paí­ses de la Unión Europea y en Japón. El rango va desde 0.3% al año de crecimiento en el Reino Unido a 0.8% al año de crecimiento en Estados Unidos (en el subperí­odo del 2011-2015 en Estados Unidos, el crecimiento en la productividad laboral bruta fue cercano a cero).

Corea del Sur fue la excepción en la OECD, con un crecimiento en su productividad de más del 3.5% al año en el perí­odo 2004-2014. Esto pone a Corea del Sur aproximadamente a la par con China, cuyo crecimiento en la productividad, según un reciente estudio de la Facultad de Negocios de Harvard, promedió 3.6% anualmente entre el 2002 y 2014.

El estudio de la OECD en realidad abarca de 1996 a 2014. El otro hallazgo importante es que este crecimiento anual promedio en la productividad laboral bruta, para todos los paí­ses de la OECD, se redujo a menos de la mitad en casi todos los paí­ses desde el perí­odo 1996-2004 al perí­odo 2004-2014. Así­ que el factor de productividad desapareció en la era de la globalización de Londres y Wall Street, de la banca universal y la "bursatilización".

La paradoja que plantea este estudio para la conferencia de la OECD en Parí­s, es claro para sus autores: "En la mayorí­a de los paí­ses de la OECD la desaceleración [de la productividad] ha afectado casi todos los sectores, afectando por igual a compañí­as pequeñas y grandes, pero en particular ha afectado a esas industrias en donde se esperaba que las nuevas innovaciones tecnológicas y digitales generaran dividendos por la productividad como en el caso de los sectores de la información, comunicaciones, finanzas y seguros" (énfasis agregado). Así­ que parece que los teléfonos celulares tipo i-phone, las computadores que transan valores en nanosegundos y los robots, han estado arrastrando la productividad laboral a la baja.

Y una anomalí­a más: "La desaceleración empezó mucho antes de la crisis, a pesar del aumento en la participación de las compañí­as en las cadenas de valores globales, elevados niveles educativos [!] e innovaciones tecnológicas".

De hecho, el director fundador de la EIR y economista del Sistema Americano de Economí­a Polí­tica, Lyndon LaRouche hizo pronósticos bastante penetrantes durante la década de 1970 (de largo plazo) y de nuevo durante los 1990 (de corto plazo) sobre todo este fenómeno.