25/Apr/2024
Editoriales

Los críticos

Se dice que a partir de los tres años de vida todos tenemos la capacidad de criticar, pero nunca terminamos de aprender ese “oficio” con cierta lógica. Por crítica yo entiendo el estado mental de poder decir -o pensar al menos- “no” a lo que se nos presenta como bueno. Muchos personajes relevantes y de talla mayor son críticos, como lo fue el escritor colombiano Gabriel García Márquez, quien dijo alguna vez: “Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue decir no cuando es no”. Ciertamente quienes critican son odiados por muchos y admirados por pocos, pero a quienes les agrada criticar, lo disfrutan. Aquellos que han conseguido los grandes avances para la humanidad son los que fueron capaces de desafiar a la forma de pensar de la mayoría.

Muchos quisieran ser críticos, pero no pueden, pues no saben cómo hacerlo, y sólo toman actitudes ridículas. Trataré de redactar algunas recomendaciones para quienes quieran ser críticos: Primero se debe de sustituir el gusto de estar bien con todos, por un cuestionario de amplio índice, y regresarse a los tres años de edad para preguntar ¿Por qué? A todo. Segundo, hablar cuando se crea conveniente, sin preocuparse mucho por el protocolo social. Y tercero, salirse de la zona de confort reconociendo que uno no lo sabe todo. Con eso se puede comenzar, pero es importante prepararse lo más posible en los temas en cuestión. Además, también se debe tener la piel gruesa porque así como se critica duro, igual vendrán de regreso agrias respuestas que no siempre son agradables.