26/Apr/2024
Editoriales

Los Grandes Gobernadores de Nuevo León. Sócrates Rizzo, 2ª parte

En el texto anterior vimos los orígenes familiares de Sócrates Cuauhtémoc Rizzo García. Sus inicios en la política estudiantil, su participación en el programa del Libro de Texto gratuito y en El Sabinazo, su cambio de Medicina a la Facultad de Economía, sus estudios superiores y su matrimonio con Alma Elisa Reyes. También el inicio de su relación con Carlos Salinas de Gortari, su amistad con Luis Donaldo Colosio, y las razones de su llegada a la dirigencia estatal del PRI. El destape del pre candidato Carlos Salinas a la presidencia de México potenció la figura de Rizzo en el estado. 

Como presidente del partido recorrió varias veces el estado promoviendo la candidatura de Carlos Salinas de Gortari. En la Loma Larga instaló un polémico anuncio luminoso que decía: “NL con Salinas de Gortari”, y para saludarlo llevó un contingente a las oficinas del PRI nacional en donde iba Doña Leonor Garza Salinas de Barocio, su tía. En las elecciones de julio, Carlos Salinas ganó Nuevo León con el 72% de la votación, contra el 24% del PAN-Clouthier y 4% del Frente Democrático-Cuauhtémoc Cárdenas, lo que abonó bastante a favor de Rizzo García en la cuenta política de Carlos Salinas de Gortari.  

Salinas apreció mucho lo hecho en Nuevo León. Rizzo, además de responsable de la campaña, mantuvo buena coordinación con el gobernador Jorge Treviño y el presidente nacional del PRI, De la Vega Domínguez. Considero que este resultado electoral fue determinante para las aspiraciones políticas de Rizzo, pues contrastaba con el Distrito Federal donde se perdieron todos los distritos. Además, el resultado electoral nacional fue cuestionado, y el de Nuevo León nadie lo discutió.  

 

Sócrates Rizzo, candidato a Alcalde de Monterrey

En el mes de noviembre de 1988 se celebrarían las elecciones municipales en Nuevo León. Para esto, el presidente del PRI Sócrates Rizzo traía todos los hilos políticos electorales de la campaña recién concluida y como el mundo político lo relacionaba con Salinas de Gortari, hubo consenso para que él fuera candidato a alcalde de Monterrey. Así que el Delegado del CEN abanderó a Rizzo para que representara al PRI en la contienda municipal. 

La familia Rizzo vivía en la Colonia del Carmen desde principio de los años setenta. Los fines de semana que venía, Sócrates se hospedaba en una de esas casas que un familiar se la prestó y luego se la vendió, por lo que estaba comprobada la residencia legal por un año de antigüedad. Además, el juez auxiliar de la colonia le extendió la constancia oficial respectiva.

Inició su campaña en agosto apoyándose en la planilla de regidores y síndicos que trabajaron por un lado en la promoción electoral; en otro, la esposa de Rizzo y algunas voluntarias se reunían con grupos de la sociedad civil, mientras el candidato realizaba largas caminatas por las colonias populares -el voto duro del PRI-, en donde terminaba con un mitin pequeño donde abría el micrófono a los vecinos. 

 

Llega ciclón Gilberto en plena campaña política

Sin embargo, esa campaña fue sui generis, pues el 17 de septiembre de ese año 1988 llegó a Monterrey el mortífero Ciclón Gilberto. Mientras la candidata del PAN, Tere García de Madero, ante el desastre ocurrido con cientos de muertos y miles de damnificados, declaró que ella suspendía su campaña para no lucrar con la tragedia, no realizó actividades políticas.    

En cambio, Rizzo se dedicó a apoyar a los damnificados sin hacer propaganda política. Reconvirtió los subcomités de promoción en albergues para damnificados. Para esto quitó toda la propaganda política, tanto en locales como en vehículos que trasladaban gente a estos refugios, y nadie hablaba de la campaña, sólo apoyaban a quien lo necesitara sin importar su filiación política.

El dirigente nacional de los ingenieros, un regiomontano amigo de Rizzo, consiguió varios cientos de casetas prefabricadas de lámina que estaban arrumbadas en el DF como sobrantes del sismo de 1985, en donde vivieron por un par de años miles de damnificados. Los ingenieros movieron ese material, y Sócrates Rizzo palió el hacinamiento en los albergues reubicando familias a estas casas provisionales. Así que, sin propaganda ni declaraciones, el candidato Rizzo creció ante la raza de sol.  

 

Pierde el PAN la ventaja de una candidatura con más presencia social

Por consiguiente, la ventaja que tenía el PAN con una candidata de raigambre social frente a una insuficiente carrera política local de Rizzo, desapareció. El presidente electo de México, Salinas de Gortari, nomás recibió su constancia de mayoría y se vino a recorrer las zonas dañadas por el Gilberto. El 24 de septiembre llegó con el gobernador Jorge Treviño al Arroyo Seco, en el sur de la ciudad. Rizzo “casualmente” andaba por esos rumbos, encontrándose con la comitiva y se acercó a saludarla. 

 

Sócrates, ahí te encargo: Salinas de Gortari

Al llegar, los vecinos pedían apoyo para la reconstrucción del puente que conectaba su colonia que el ciclón había destrozado, y Rizzo se acercó a Salinas diciéndole que el Colegio de Arquitectos le estaba ayudando a reconstruir esa estructura por su cuenta. Salinas de Gortari, político que “volando pica” le dijo en voz alta: “Sócrates, tú te haces cargo de eso”. La prensa llevó esta frase hasta un “Sócrates ahí te encargo”, y en consecuencia sobrevino cierto enfriamiento en las relaciones de Rizzo y el gobernador Treviño, llegando a decir en columnas que Rizzo ya era “el gobernador de Monterrey”, y Treviño “El alcalde de Nuevo León”.      

 

Sócrates Rizzo, alcalde de Monterrey

Faltaba agua potable para los damnificados, y Rizzo consiguió bolsas de plástico que repartió con el preciado líquido. Igual se sumó a este proceso de ayuda humanitaria un amigo guanajuatense de Rizzo que fabricaba zapatos y donó mil 500 pares de zapatos nuevos que se distribuyeron entre los más desprotegidos. Durante la campaña hubo un encuentro accidental de los equipos del PAN y del PRI, que luego de un saludo, cada quien siguió con su tarea, propiciando una relación respetuosa entre los contrincantes. Pero lo importante era el resultado de las elecciones municipales, que finalmente quedaron así: Sócrates Rizzo del PRI, obtuvo 106 mil 719 votos; y Teresa García de Madero, 56 mil 670 votos.

 

El alcalde Rizzo implementa programa de limpieza del centro de la Ciudad

Don Luis M. Farías le entregó el Ayuntamiento a Rizzo con poca deuda. Se construyó un buen equipo de trabajo con: Mario Humberto Gamboa, Roberto García, Jorge Manjarrez, Edilberto Cervantes, Santiago Roel, Marcelo Benítez, Juan Manuel Parás, Benito Morales, Héctor Santos, Armando Leal, Humberto Vela, Gilberto Martínez, y otros. De inmediato inició el rescate del Centro de la ciudad. Había antros de mala muerte en la zona hotelera, mientras en la Macroplaza, las calles de Morelos, Juárez y otras, estaban llenas de puesteros. Don Jorge Chapa encabezó un Patronato en el que participaban universitarios, artistas, empresarios, intelectuales, CANACO y la Iglesia, cuyo secretario técnico era Humberto Vela.   

Se clausuraron seis antros, y sin problemas mayores se reubicó a los puesteros de Morelos, pero en Juárez se realizó un gran operativo para rescatar las banquetas. Esto iba encaminado a reorganizar la ciudad, respetando el patrimonio histórico como es el Barrio Antiguo. El alcalde se identificaba bien con esa parte de la ciudad desde sus tiempos de estudiante en la Facultad de Economía -Abasolo y Diego de Montemayor-, y en campaña había prometido promover la identidad ciudadana con los orígenes de Monterrey.

Comparaba a la ciudad con San Antonio, donde rescataron el centro en torno del River Walk, pero aquí daba pena el deterioro del Barrio Antiguo y el horrible canalón en que se había trocado el hermoso Río Santa Lucía. Comenzó por rescatar el Barrio para dejarle al siguiente gobernador el rescate de los Ojos de Agua de Santa Lucía, que dieron origen a la fundación de Monterrey.

 

El Barrio Antiguo

En 1989 formó el Comité del Barrio Antiguo, cuya presidenta era Doña Eva Gonda de Garza La Güera, integrándose Lupina Solano de Sada, Lupina Flores, Rocío Garza Leonard, Roberto López Chay y el maestro Israel Cavazos. Este Comité promovió y vigiló la calle de Abasolo. Contó con la colaboración de la CFE y Teléfonos de México para enterrar la maraña de cables aéreos, mientras la paraestatal Agua y Drenaje rehabilitó sus instalaciones en esa zona. 

Las obras de rehabilitación consistieron en pavimento empedrado y banquetas con piedra laja. Se realizaron estos trabajos con 11.2 millones de pesos incluyendo rehabilitación de fachadas y nomenclatura de calles. Este Comité despertó conciencias y en el futuro Gobierno estatal integraría El Fideicomiso del Barrio Antiguo de Monterrey, ampliando sus horizontes a más obras en mayor territorio. Además, apoyó la creación de las Compañías de Ópera y Ballet, consiguiendo en el Barrio de la Purísima una casona antigua por la calle Padre Mier. La de Ballet era presidida por Doña Yolanda Santos, y la de ópera por Salvador González.

En el DIF municipal que presidía Alma Elisa Reyes se implementó un programa de bandas, orquestas y coros juveniles. Igual tuvo gran éxito el programa “Únete al canto” con concursos de canto, baile, y música en varias locaciones del DIF que terminaban en un gran concurso municipal, con la participación de Radko Tichavsky. Esto colmaba las expectativas del nombre de la institución:  Desarrollo Integral de la Familia.

 

La primera Feria de Monterrey

El alcalde Rizzo era afecto –lo es aún- a la historia. Organizó La Primera Feria de Monterrey para festejar la fundación de la Ciudad que se desarrolló en el Parque Niños Héroes. Sin palenque, y bebidas alcohólicas sólo acompañadas de comida en los restaurantes. La entrada costaba diez pesos con derecho a todos los juegos y presentaciones de artistas que, como la famosa Selena, fueron un exitazo. El presidente Salinas vino a su clausura, constatando el ambiente familiar y se impresionó por el mar de gente que asistía. Rizzo iba todas las tardes-noches a verificar su funcionamiento y aprovechaba para saludar de mano a todos los asistentes.

Rizzo fortaleció a la centenaria organización de Jueces Auxiliares porque entendía la necesidad de que en los barrios hubiera una instancia formal de gestión ante el Ayuntamiento. Cada semana se reunía con estos gestores y representantes sin sueldo que coordinaba Armando Leal. Esto era un termómetro para identificar deficiencias. 

La participación ciudadana tenía en el Programa Nacional de Solidaridad su principal trinchera. Monterrey fue pionero a nivel nacional de su aplicación pues los vecinos elegían presidente, tesorero y contralor en cada comité que promovía las obras pues debían aportar recursos, así como el Municipio y la Federación para la introducción de agua, drenaje, pavimentación, alumbrado, parques y reparaciones de Escuelas. Así se urbanizó el sector San Bernabé donde, por cierto, en una de sus colonias los vecinos rechazaron el pavimento porque querían una cancha deportiva con alumbrado. Buscaban que sus jóvenes tuvieran acceso a una diversión sana pues el pandillerismo los traía asoleados.

En ese mismo sector del norte de Monterrey hubo otra colonia que no aceptó invertir en mantenimiento de la escuela. Quería que en vez de arreglar los baños, Solidaridad invirtiera en una malla perimetral por las mismas razones anteriores. Esto debiera ser obligatorio saberlo por los actuales funcionarios que deciden desde su escritorio qué hacer en determinada comunidad sin consultar a los beneficiarios.

 

Monterrey no tenía policía municipal. El jefe de tránsito, con actitud sospechosa

Monterrey no tenía policía, toda era del Estado. Rizzo negoció con el Gobierno estatal que el municipio construyera un par de cuarteles policíacos, en las colonias Independencia y San Bernabé y que los operara el gobierno. Las que sí eran y son funciones municipales son el tránsito y la vialidad. Rizzo ratificó al anterior director de tránsito, quien apenas comenzaba a funcionar bien, cuando invitó al alcalde a mostrarle diez motocicletas nuevas adquiridas “gratuitamente”, sin presupuesto de tesorería. El cese fue ipso facto nombrando en su lugar a Jorge Manjarrez , enviando un mensaje a su gabinete: al deshonesto le caería la guadaña del despido y otras cosas peores.   

 

La visita del papa Juan Pablo II

El 10 de mayo de 1990 vino a Monterrey el papa Juan Pablo II. Llegó al aeropuerto Mariano Escobedo siendo recibido por el gobernador Treviño, el alcalde de Apodaca Lombardo Guajardo, y empresarios. Rizzo no fue invitado a la recepción, pero como era responsable de la vialidad, vigilancia y limpieza del Río Santa Catarina donde se celebraría la misa, y el Papa llegaría en helicóptero hasta un lado del puente Zaragoza, por cortesía el alcalde y su familia lo recibirían en el helipuerto improvisado. El Papa llegó junto al arzobispo Suárez Rivera, y al recibirlo, Rizzo le dio un obsequio que le encantó al Pontífice: Una pieza de vidrio grabada con un poema en polaco de autoría del mismo Juan Pablo II cuando era apenas un cura obrero en Polonia.

Semanas después, el Observatorio Romano publicó una crónica de la visita a Monterrey, y lo único que mencionó fue el regalo de Rizzo. Por cierto, el alcalde estableció la costumbre de llevarle serenata a la Virgen de Guadalupe en la noche previa del 12 de diciembre a la Basílica de la colonia Independencia. Debo aclarar que en ese tiempo no había autorización para realizar misas en público, pues las reformas constitucionales respectivas se dieron dos años después. Así que Rizzo encontró la forma de hacerlo basado en reglamentos municipales. Extendió el permiso al Arzobispado para la misa en el después llamado Puente del Papa. Claro que el PPS pidió juicio político a Rizzo quien no solo la libró bien, sino que se vio favorecido con esa demanda, pues su popularidad se disparó.

Después de la misa, quedaron miles de bolsas y toneladas de basura que el director de Servicios Públicos, El Cama Parás hubo de limpiar rápidamente por la noche y por la mañana estaba limpiecito el cauce del Río. Daba pena ver los rostros tristes de los reporteros cuando llegaron a media mañana a fotografiar la basura que ya había desaparecido. Otro evento importante fue la visita del presidente George Bush, pues se entrevistaría con salinas de Gortari en el Palacio de Gobierno, con miras a firmar el TLC. Rizzo promovió en las colonias la asistencia explicando la importancia de esta entrevista de los dos presidentes para que la gente fuera con ganas, tal como sucedió. 

 

La visita del presidente George Bush, padre

Consiguió transporte gratuito para que la gente no se preocupara por el clásico camión contratado, así que en todas las gráficas que tomaron las avanzadas de Bush salía gente contenta. Esos detallitos parecieran irrelevantes, pero suelen ser muy importantes. Rizzo convenció a los organizadores que es costumbre norteamericana entregarle al presidente de Estados Unidos las llaves de la ciudad, por lo que consiguió que todo el Cabildo de Monterrey le entregara las llaves a Bush en el patio de la Tesorería del Palacio de Gobierno. Bush le comentó a su esposa Bárbara que estaba impresionado con los mexicanos porque lo saludaban con alegría. Salinas y él se bajaron a convivir con la gente en la calle de Zuazua, cerca del Casino Monterrey (y lo usual era que lo abuchearan en el país que fuera).

Una vecina de San Bernabé dijo unas semanas después a una comitiva de Rizzo que ella había saludado a Salinas y “al gringo”. _¿Y qué le dijiste, preguntó Sócrates?. _Pues lo único que he aprendido en las películas americanas: “Ay lov yu, presidente Bush”. Provocando una carcajada a todos los que escucharon.      

Ya para terminar la administración municipal, el alcalde Rizzo canalizó una parte del Río Santa Catarina al poniente y se edificó el Bulevar Constitución, obra cuyo responsable fue Marcelo Benítez. Se rescataron terrenos que la Federación donó al Municipio y cuando Rizzo fue gobernador se terminó la obra, se vendieron esos terrenos y se pagó a los constructores del Bulevar que desde entonces da servicio a todos los nuevoleoneses.

Para ese momento, en septiembre de 1990 el PRI tuvo su XIV asamblea nacional estableciendo nuevos métodos de selección de candidatos. El dirigente Luis Donaldo Colosio decía que la reforma del poder empezaba por la reforma del partido. Y a finales de ese año ya se estaba moviendo el cartel de los posibles candidatos del PRI para la gubernatura de Nuevo León. Sócrates Rizzo era señalado por la prensa como el candidato de Carlos Salinas, lo que significaba continuar con la política del dedazo.

 

La elección interna del PRI para elegir candidato a Gobernador

Por eso se requería aplicar los resolutivos de la Asamblea, y Nuevo León sería el primer estado que se abriera a consulta de las bases. Así que, ante la publicación de la convocatoria partidista, Sócrates Rizzo pidió licencia al Cabildo para participar en la contienda del partido, quedando al frente el alcalde suplente –figura política que entonces existía-, Juventino González Benavides. Los otros aspirantes eran Ricardo Canavati, Graciano Bortoni, Napoleón Cantú Serna, Napoleón Gómez Urrutia y Romeo Flores Caballero. Antes de iniciar la precampaña, Canavati se retiró, quedando los demás. El presidente del PRI estatal era Alejandro Lambretón, registrándose los aspirantes y conformándose una Junta Computadora presidida por el ex gobernador Eduardo Livas Villarreal. 

Cada uno de los precandidatos integraron un representante ante dicha Junta. Bortoni tuvo a Héctor Gómez Danés; Napoleón Gómez Urrutia, a Alfredo González; Napoleón Cantú, a Rafael Salazar; Romeo Flores Caballero a Manuel Ávila Flores, y Sócrates Rizzo a LEB. La consulta se abrió a toda la población y la Junta Computadora anunció que Rizzo García se alzó con la victoria obteniendo el 65% de los votos.

 

Sócrates Rizzo, candidato a Gobernador

Era evidente la ventaja de Sócrates Rizzo después de su trabajo como presidente del PRI, alcalde de Monterrey, los programas de Solidaridad, la estructura de comités seccionales y Jueces auxiliares, la exposición en la Feria de Monterrey y las visitas del Papa, de Bush y las recurrentes de Carlos Salinas de Gortari. Rizzo García fue candidato del PRI a la gubernatura de Nuevo León, compitiendo contra Rogelio Sada Zambrano por el PAN; Lucas de la Garza González por el PRD; Arlina Marroquín por el PLR; Tomás González de Luna por el PFCRN; Eulalio Guerra por el PDM, rumbo a la elección que se celebraría el 7 de julio de 1991. Continuará… 

 

 

Fuentes

 

El partido de la Revolución, institución y conflicto (1928-1999) Miguel González Compeán (coordinador), FCE, 2000

Génesis y Evolución de la administración pública del estado de Nuevo León, Isabel Ortega Ridaura