La vida de Fray Servando está llena de injusticias y persecuciones. En Soto la Marina tuvo que separarse de Mina y fue capturado por Joaquín Arredondo. Este notable escritor y orador representó después a Nuevo León como diputado en el Congreso Constituyente de 1824, en donde luchó por un tipo de gobierno acorde a nuestra realidad.

  Pero no todo fue tristeza en su vida. Liberada ya la Patria de los españoles gozó del apoyo del primer Presidente de la República, Guadalupe Victoria, así como del Vicepresidente, Nicolás Bravo. Incluso vivió en el Palacio Nacional hasta el momento de su muerte. Sus últimos años fueron de descanso y tranquilidad, que vivió en constante relación con los personajes más destacados de la república.  Se dice que llegó a ser el personaje más popular de México en ese tiempo.

  Su muerte se produjo el tres de diciembre de 1827, a las 17:30 horas. Hace un par de días se conmemoró su aniversario luctuoso. Unos días antes invitó a don Miguel Ramos Arizpe a que lo confesara. Tenía entonces 64 años de edad. Fueron grandes los honores que se le tributaron y a su entierro asistieron numerosas personas. Sus restos fueron sepultados en el Convento de Santo Domingo, en donde permanecieron hasta el año de 1842, en que de nuevo habrá de emprender otra fuga.  Al ser sacado de la tumba se le encontró momificado y fue colocado junto a otras momias.  De las 13 momias que había en ese lugar, cuatro fueron llevadas a Buenos Aires, aunque existen versiones de que fueron entregadas a un circo que después fue a Bélgica.

  Lo cierto es que desconoce el lugar en donde quedaron sus restos.  Alfonso Reyes nos dice que “su tierra natal no ha producido personaje más notable” Fray Servando llena un importante capítulo de nuestra historia; admirado y venerado por muchos, cuestionado por otros, continúa en pie de lucha aun en esta época, pues su vida y su propósito política todavía son ejemplo para las nuevas generaciones. Su figura, llena de personalidad y heroísmo, es ya patrimonio del pueblo mexicano. Aunque en ocasiones difieren en la forma, Ramos Arizpe y Fray Servando siempre están de acuerdo en el fondo. Al igual que Ramos Arizpe, Fray Servando se queja en sus Memorias acerca de la venalidad en los encargados de impartir justicia.

  Después de que fue puesta la Real orden para que el Consejo de Indias lo oyese en el proceso que se le instruía, estando en España dice el Padre Mier: será bien que yo se los abra (los ojos) a mis paisanos, para que no se fíen absolutamente en que tienen justicia, cosa solo valedera si media gran favor o mucho dinero, y procuren acá transigir sus pleitos como puedan, aunque sea a mala composición. Porque allá el poder es más absoluto, más venal es la corte y los tribunales, mayor el número de los necesitados, de los malévolos e intrigantes, los recursos más difíciles, por no decir imposible, para un pobre, y, en una palabra: allá no se trata de conciencia, sino de dinero y de política, que en la inteligencia y practica de las cortes es precisamente lo inverso de lo moral.

EMPLEOS

POR DINERO

Al referirse a los empleos en los ministerios de Gracia y Justicia y de Hacienda, como a todos los de la Monarquía, afirma que a estos se va por dinero, mujeres, parentesco, recomendación o intrigas. El mérito es un accesorio, solo útil con estos apoyos. Unos son ignorantes, otros muy hábiles. Unos, hombres de bien y cristianos, otros, pícaros y hasta ateístas. En general, son viciosos, corrompidos, llenos de concubinas y deudas, porque los sueldos son muy cortos. Así, es notoria su venalidad.

  Hay lugar en las memorias de Fray Servando, incluso, para las afirmaciones proféticas. Al hablar Fray Servando de la cesión del territorio de la Luisiana a Napoleón, adelantaba también:  Lo cierto es que los angloamericanos se han apoderado hasta de la Florida Oriental, cuya capital es San Agustín , y han puesto su fuerte Clayborne a sesenta leguas de nuestras poblaciones de Texas. No tardaran mucho en hacerse dueños de las provincias internas del Oriente y llegar hasta México, por razón natural (...).

  Armando Fuentes Aguirre, escritor y periodista coahuilense que utiliza el seudónimo de Catón, considera que “en la pugna decimonónica entre federalismo y centralismo salió triunfador en teoría mi tozudo paisano Miguel Ramos Arizpe, sostenedor del federalismo, pero en los hechos --que tan tercos son-- prevaleció la tesis centralista de fray Servando Teresa de Mier, el habilísimo regiomontano. Y luego agrega: “Los vientos democráticos no han movido una sola hoja de ese árbol centralista” (Catón, enero 12 2004) Mural).

  Por su parte, Francisco José Amparán en “El Siglo de Durango”, del 3 de febrero de 2004, afirma que: “Después de la caída del imperio mexicano de Iturbide, se decidió crear una República basada en una carta constitucional moderna. En ese congreso constituyente se enfrentaron Ramos Arizpe y Fray Servando. Abogando por el centralismo estaba Fray Servando Teresa de Mier, quizá el mexicano más interesante de la historia. Predicando a favor del federalismo y la autonomía local plena se hallaba Miguel Ramos Arizpe, quien tenía experiencia como diputado por Coahuila y Texas en las Cortes de Cádiz. Fue un choque de titanes, que ganó el saltillense… quizá para nuestra desgracia”.

 El Congreso General Constituyente de 1824, en el que participaron Fray Servando Teresa de Mier y Miguel Ramos Arizpe, expidió el Decreto número 47, con fecha 7 de mayo de 1824, mismo que estableció que Nuevo León sería en lo sucesivo un estado de la Federación mexicana. Al mismo tiempo, quedó establecido el Estado de Coahuila y Texas.

EL FEDERALISMO Y LA

REALIDAD DE MÉXICO

Fray Servando quería un federalismo acorde a nuestras necesidades y apegado a la realidad de México, pero su propuesta fue derrotada. Sin embargo, el doctor Mier hace una serie de advertencias y prevé males para la incipiente nación federada, tales como divisionismo, pleitos interminables y predice que se va a desintegrar la República o caerá en manos de un dictador que la someterá a graves desórdenes políticos, quedando el país a merced de potencias extranjeras.

LAS PROFECÍAS

DEL PADRE MIER

Y así fue. En menos de 20 años se cumplieron las profecías de Fray Servando: se desintegró la República, se produjo "la independencia tejana", hubo caos económico y se llevó a cabo la invasión de Estados Unidos, con la subsiguiente guerra y la pérdida de la mitad de nuestro territorio. Este es el contexto en el que surge esa obra que lleva por título "Discurso de las profecías del padre Mier sobre el destino de la nación mexicana".
  Actualmente Ramos Arizpe y Fray Servando siguen siendo vitales, sobre todo ahora que se habla de un nuevo federalismo como parte de una reforma a fondo del Estado mexicano, pero se sigue viviendo en un federalismo teórico y en un centralismo de hecho. Los postulados federalistas no se han llevado a la práctica. Bueno, si se quiere corregir tal centralismo, conviene tomar en cuenta las lecciones de Fray Servando y Ramos Arizpe y donde el discurso de las profecías del primero adquiere una importancia extraordinaria, pues si se quiere hacer un federalismo ajeno a la realidad sin duda vendrán más problemas. Hay que ubicarse, hacer un federalismo acorde a las necesidades de México.
  Hombres adelantados para su época, Miguel Ramos Arizpe y Fray Servando de Santa Teresa de Mier Noriega y Guerra son dos pilares importantes de la Independencia de México. Ambos fueron perseguidos y encarcelados, en una campaña que duró años tan sólo porque defendieron sus ideales de justicia, independencia y libertad.

  Los hombres pasan, pero la obra queda. Finalmente, Ramos Arizpe y Fray Servando obtuvieron el reconocimiento a su labor y el Congreso los declaró Beneméritos de la Patria. Sus nombres han quedado escritos con letras de oro en el Congreso de la Unión, para orgullo de Coahuila y Nuevo León y como ejemplo para las actuales y futuras generaciones de mexicanos.