03/May/2024
Editoriales

Profecía

Cuando Samarcanda fue destruida por los mongoles, murieron asesinadas por los khans unos treinta millones de personas, y no estaban aún satisfechos, pues su plan era borrar de la faz de la tierra a todos los que no fueran de su raza. Algunos refugiados llegaron al campamento de Khwaja Anis, en Afganistán. Los recibió y les dijo un discurso profético: “No culpen a los mongoles, los responsables son ustedes por su insensatez acumulada durante siglos. Piensan que perdieron la guerra, pero esta es solo una batalla; los mongoles se mofan de ustedes, hacen que la gente de los países vecinos grite de alegría por su derrota, y son insensibles a su miseria actual. Los mongoles se han apoderado de todo lo suyo y les llaman cobardes por haber huido. Pero ustedes, a pesar de sus defectos y de su debilidad, prevalecerán; les anuncio una ley de los pueblos que siempre se ha cumplido. Ustedes y sus hijos serán testigos de la humillación de esos opresores extranjeros. Desaparecerán completamente. El mundo del Islam surgirá de nuevo, y en Turquestán, en Jorasán, en Irán y en los otros países que han conquistado, los mongoles serán solo un recuerdo. Incluso entre aquellos que se alegran hoy con sus victorias, nadie llorará cuando desaparezcan. Aquello que parece más imposible en ese momento es precisamente lo que pasará.

 

Recitales de Khwaja Anis