La orden de aprehensión que pesaba en contra de Marielle Helene Eckes, esposa de Emilio Lozoya, por el delito de defraudación fiscal ya no existe, según le fue informado a la juez primero de Distrito de Amparo de la Ciudad de México, Sandra Robledo Magaña.
De acuerdo con Reforma, tanto la Fiscalía General de la República (FGR) como todos los jueces de control federal de la Ciudad de México, incluido Felipe de Jesús Padierna, quien giró la orden de captura, comunicaron a la jueza Robledo que ya no existe tal orden de captura.
El fallo judicial refiere que las autoridades señaladas como responsables “negaron los actos que les atribuye Marielle Helene Eckes, consistentes en la orden de aprehensión y su ejecución. Sin que la parte quejosa haya aportado prueba en contrario para desvirtuar lo anterior.
Eckes, de origen alemán, tenía librada en su contra una ficha roja de la interpol por dos órdenes de aprehensión giradas en México, sin embargo, solo una de ellas permanece con vigencia.
Delgadillo Padierna, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Sur, había emitido la orden de aprehensión contra la esposa de Lozoya Austin el 25 de octubre de 2019, por defraudación fiscal equiparada por concepto de 909 mil 400 pesos.
Reforma detalla que al revisar la ficha roja de Marielle Eckes, se observa que tres días después de libramiento de la segunda orden de aprehensión, la Interpol México envió un correo electrónico a su homóloga en Alemania para dar aviso del mandamiento judicial.
“Cabe mencionar que se ha solicitado la incorporación de dicho mandamiento judicial a la notificación roja publicada a nombre de la requerida”, refería el e-mail.
La primera orden de captura contra Eckes, por lavado de dinero y asociación delictuosa, fue girada el 4 de julio de 2019 por el juez Jesús Eduardo Vázquez Rea, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte.
Al momento se sabe que la esposa del exdirector de Pemex permanece en Alemania, nación que no extradita a sus connacionales y donde la ficha roja no es un mandato con suficiente fuerza para que se detenga a una persona buscada por la justicia.
